BRILLAN CON TODO Y ENEMIGOS

“Nuestro país bien puede ser una potencia mundial”.

Cristopher Rivera
Columnas
Copia de COLUMNAS (1920 × 1080 px)-5.png

Aún le queda historia a los Juegos Centroamericanos y del Caribe que se desarrollan en San Salvador. En términos generales, la delegación mexicana ha hecho un trabajo maravilloso, es más, no debe de tener problemas para mantenerse en la parte alta del medallero.

Por cierto, simplemente para resaltar, no es la primera vez que México deja buenas impresiones en unos Juegos Centroamericanos: la historia nos dice que el primer y segundo lugar son una constante para los nuestros y la edición 2023 no será la excepción.

Quizás algunos por ahí pensarían que estos resultados tan buenos en Centroamericanos derivan de un apoyo constante de las autoridades deportivas; en ese sentido, no le voy a negar que algunas federaciones trabajan bien y uno que otro dirigente también, pero en general los deportistas que están o estuvieron en acción tienen más enemigos que aliados en el deporte, aun así demuestran que tienen capacidades para competir.

Lo diré de otra manera: no se deje engañar: la mayoría de los atletas mexicanos siguen remando contracorriente gracias a dirigentes como Ana Gabriela Guevara, titular de la Conade.

Por ejemplo, he estado muy cerca de la carrera de la pentatleta mexicana Mayán Oliver que brilló, y en serio, en San Salvador. Oliver es una enorme deportista, con gran talento, con enormes capacidades como pentatleta, pero por alguna u otra razón le ponen piedras en el camino; aun así, ella se encuentra entre las mejores del mundo en su deporte y no tengo duda de que va a estar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Salvo que algo extraordinario ocurra.

Casos como los de Mayán Oliver, conozco muchos. ¡De verdad muchos!

Panamericanos y Olímpicos

Voy a ser muy sincero y no quisiera que me malinterprete. Los Juegos Centroamericanos y del Caribe nada tienen que ver en cuanto a nivel con unos Juegos Panamericanos y, mucho menos, con unos Juegos Olímpicos. La exigencia cambia, las competencias son más duras porque, por ejemplo, en los siguientes Panamericanos que serán en Santiago de Chile estarán en juego plazas olímpicas, y ya en París, estarán en juego posiciones que colocan al deportista entre la crema y nata de su disciplina a nivel mundial.

Es decir, México a nivel Centroamérica en deporte federado, manda; más allá de eso, la realidad es que hay mucha distancia con otros países que son verdaderas potencias mundiales.

Aunque yo siempre he dicho que, si tomamos en cuenta el factor poblacional, talento y tradición deportiva, nuestro país bien puede ser una potencia mundial, lo que pasa es que los procesos que existen para encaminar al atleta además de la constante corrupción evidentemente no ayudan en nada.

Por nivel de competencia, los Centroamericanos poco aportarán a los nuestros en salto de calidad, pero en cuanto a la parte mental, créame, el mexicano ganó. Ello le permitirá llegar más fortalecido, más completo y comprometido a unos Juegos Panamericanos y, luego, a unos Juegos Olímpicos.

Mientras, sigamos disfrutando, reconozcamos que hay mujeres y hombres con talento, mismos que, con un poco más de respaldo, podrían cambiar la historia del deporte en México.