De forma lógica y explicable la opinión pública y la enorme mayoría de los medios de comunicación convencionales y digitales del país hemos estado debatiendo, analizando, reflexionando en torno del proceso electoral y sus resultados, sea a nivel local o, por supuesto, federal.
Pero en el resto del mundo lo cierto y obvio es que las dinámicas regionales e internacionales mantienen e incluso intensifican sus intercambios, presiones y luchas por los espacios de poder. Por ejemplo, la continuidad de la invasión rusa a Ucrania, los feroces ataques a la población civil de Palestina, así como otros conflictos plagados de violencia marcan la agenda de seguridad.
Así, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar multilateral más importante del mundo, tuvo un cambio en la Secretaría General. Luego de la reunión en Washington, en días pasados, se decidió elegir al sucesor del noruego Jens Stoltenberg, cuyo periodo fue inusualmente largo, 2014-2024, debido a que fuera de estatutos se debió ampliar ante la gravedad que implicó e implica la invasión de Rusia a Ucrania.
A partir del 1 de octubre será el experimentado exprimer ministro de Holanda, Mark Rutte (duró más de diez años en dicho cargo, que acaba de dejar), quien encabece la OTAN.
La representación política de la OTAN se divide con frecuencia en la Secretaría General para un destacado político europeo y la comandancia militar para un experimentado militar de Estados Unidos. Debemos recordar que poco más de 65% del presupuesto de la misma alianza lo aporta dicho país.
Variable
La personalidad de Rutte fue uno de los factores principales para que los 32 países se decantaran por su candidatura. Desarrolló una estupenda relación con el entonces presidente Donald Trump. En varias ocasiones y en público, el ahora renovado aspirante republicano a la Casa Blanca le llamó amigo y aliado, pese a las claras diferencias entre ambos respecto del papel, el presupuesto y la trascendencia de la OTAN.
También es de destacar que hace algunos meses Rutte había anunciado su retiro de la política para seguir con sus aficiones a tocar el piano y escribir ensayos de historia. Sin embargo, eso ya no será así.
En cuanto a su posición respecto de la invasión de Rusia a Ucrania, el futuro secretario de la alianza atlántica es un abierto partidario de detener las acciones militares mediante un decidido y creciente apoyo de la OTAN a Ucrania. Es decir, que estamos ante un peligroso escenario donde, sobre todo las Fuerzas Armadas de los países europeos integrados a la OTAN, pueden verse aún más implicados en términos logísticos e informáticos para contener la amenaza rusa.
Sin duda que para México y el nuevo gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum es una sustancial variable a considerar en cuanto a nuestra política exterior y las dinámicas geopolíticas del país.
Más recientemente, el día 26 de junio, en las oficinas centrales de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), creada en Glasgow, Reino Unido, en 1923, fue electo por primera vez un secretario general que no es de Estados Unidos ni de Europa: la elección de los 196 países integrantes recayó en la persona del Comisario y experto en Derecho Internacional Criminal, Valdecy Urquiza, quien sucederá al alemán Jürgen Stock a partir del 7 de noviembre y por un periodo de cinco años. Sin duda se trata de una sonada victoria de la diplomacia brasileña y en particular del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Así, como se apuntó al inicio, las dinámicas internacionales continúan y nuestro país, con un peso importante en el escenario mundial, no debe dejar de lado dichas variables. Más temprano que tarde tendrán sus directas repercusiones en la proyección de los intereses nacionales de México.