CAMPAÑAS ADELANTADAS

Sergio Sarmiento
Columnas
CAMPAÑAS ELECTORALES OMAR GARCÍA HARFUCH

Comienza ya el proceso de Morena para seleccionar a sus candidatos para gobiernos estatales y la Ciudad de México. El partido gobernante dio a conocer el 18 de septiembre sus convocatorias y las reglas generales que se aplicarán en unos procesos que, como ocurrió con la candidatura presidencial, se han anticipado a los tiempos marcados por la Constitución y las leyes secundarias.

El 20 de septiembre el exsecretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch, dio a conocer su postulación para la Jefatura de Gobierno de la capital federal, como ya lo había hecho antes Clara Brugada, la todavía alcaldesa de Iztapalapa. Empiezan a levantar la mano, también, aspirantes en otros lugares del país, como ha sido el caso de la diputada Patricia Armendáriz en Chiapas o de Javier May en Tabasco.

No sorprende esta anticipación. Ya la impulsó antes el presidente López Obrador en la contienda para seleccionar a la candidata Claudia Sheinbaum. El que no se le llame candidata sino coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación no es más que un juego de palabras para ocultar la violación de la ley. Pero como ya el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló estas campañas adelantadas no hay forma de impedir que todos los aspirantes se adelanten.

Morena empieza la mayoría de las campañas para ocho gobiernos estatales y el capitalino con una ventaja importante. Incluso en la CDMX, donde el partido oficial perdió por estrecho margen las elecciones a las alcaldías de 2021, las encuestas colocan a García Harfuch y a Brugada delante de sus principales rivales en la oposición. En la mayoría de los demás estados los aspirantes de Morena se encuentran también a la cabeza o en posiciones competitivas.

Conscientes

Las elecciones del 2024 serán importantes no solo por la votación presidencial, sino por la posibilidad de que continúe un proceso de consolidación de Morena como el partido hegemónico que empezó en 2018. Para que eso ocurra, sin embargo, es importante que el partido de gobierno y sus aliados vuelvan a conseguir mayoría en las dos cámaras del Congreso y triunfen en la mayor parte de las contiendas estatales. Es un proceso importante en un país que ya tuvo un partido hegemónico durante la mayor parte del siglo XX.

Hay buenas razones para que las campañas estén empezando desde este momento. Los ciudadanos debemos tener oportunidad de conocer a quienes aspiran a tener cargos de responsabilidad. No hay mejor forma de hacerlo que con los debates y programas de gobierno que puedan ofrecer los candidatos. Sin embargo, una ley censora limita la posibilidad de discutir estos temas de manera abierta hasta tres meses antes de la elección. No hay razón lógica para impedir que los candidatos nos den a conocer sus ideas desde hoy, como ocurre en otros países.

Los partidos de oposición se están quedando atrás. Hasta el momento ni siquiera han anunciado los procedimientos para elegir a sus candidatos. En el caso de su representante presidencial, Xóchitl Gálvez, anunciaron primero un procedimiento y después no lo concluyeron.

No se puede cambiar ya la ley para las elecciones de 2024. Como país, sin embargo, debemos estar conscientes de las debilidades de nuestra actual legislación y tomar medidas para hacer las enmiendas necesarias en el futuro. No tiene sentido tener leyes restrictivas que se violan de manera sistemática.