En diferentes oportunidades me he referido a la carrera de Sergio Pérez en Fórmula 1. Siempre he tratado de ser lo más objetivo posible porque ese es mi deber. Para acabar pronto, debo opinar acerca de lo que veo, sin inventar cuentos, pero mucho menos envolverme en la bandera. Vamos: cuando a un mexicano le va bien se dice y se presume; y cuando le va mal, también. Se tiene que decir, aunque sea un tanto incómodo para algunos.
Partiendo de la base anterior y en una apreciación personal tengo la sensación de que Sergio Pérez está en otro mundo, está distraído, más allá de lo que ocurrió en el último Gran Premio de Brasil en Interlagos.
Después de ganar el Gran Premio de Azerbaiyán (apenas la cuarta fecha del año), todo ha sido irregularidad por parte de Checo Pérez, quien a veces da señales de que es un pilotazo, pero en la mayoría de las ocasiones se muestra como un piloto al que todavía le faltan 20 centavos para el peso.
Por más que me esfuerzo para revertir el análisis que hago, es imposible porque, por ejemplo: en la temporada 2022 Pérez dejó escapar prácticamente de sus manos el subcampeonato con Red Bull, lo que derivó en un fracaso; y ahora, de nueva cuenta, en la temporada 2023 está en riesgo su lugar como segundo mejor piloto del mundo.
De no conseguir el segundo lugar general en el campeonato de pilotos en esta oportunidad, creo que debe tomarse otra vez como un fracaso importante.
Evidentemente la palabra “fracaso” es muy dura, pero existe y es real en la vida de un deportista profesional y de cualquier ser humano.
Para mí Checo Pérez tiene todas las herramientas para no sufrir, para dejar atrás la irregularidad, para ser constante carrera tras carrera; pero ya le decía, no ha podido lograrlo porque su cabeza creo que está en otro tenor. Basta con ver el Gran Premio de la Ciudad de México, donde el mexicano firmó su peor actuación desde que está en Fórmula 1 mostrándose como un piloto inexperto tratando de ganar la carrera en la primera curva. Le faltó leer el dicho del expiloto de automovilismo Enzo Ferrari, quien afirmaba: “Ninguna carrera se gana en la primera curva. Por el contrario, muchas se han perdido en ella”.
¿Le brindarán confianza?
Las cosas no pintan bien para Pérez con Red Bull, sin dejar de reconocer que ha tenido sus buenos momentos y que, sobre todo, significa un gran activo comercial para la escudería austriaca pues él, junto con la familia Slim, son los responsables de los patrocinadores más fuertes, aunque creo que no es suficiente.
Total, que luego de lo que ocurrió en México y otras carreras no sé si Red Bull tenga aún el ánimo de respetarle a Checo el acuerdo para las temporadas 2024-2025. Ojalá me equivoque y le den la confianza a nuestro piloto, pero ya tengo mis dudas. Siento que la paciencia se está agotando.