International Man: “¿Qué hizo en el pasado que las grandes ciudades estadunidenses fueran lugares atractivos para vivir?”
Doug Casey: “Bueno, no se trata solo de las ciudades estadunidenses; son las ciudades en general. A lo largo de toda la historia las ciudades se han equiparado a la civilización. Las ciudades ofrecen seguridad, comodidad, riqueza y comunidad. Son un medio para que las personas intercambien ideas y comercien fácilmente.
“El Ascenso del Hombre se basa en las ciudades y no hubiera sido posible sin ellas. La civilización tiene que ver con la especialización y la división del trabajo. Cuanto más grande la ciudad, más libre la sociedad, mayores las posibilidades.
“Las ciudades estadunidenses han estado entre las mejores de la historia porque el propio Estados Unidos ha ofrecido más libertad y menos restricciones gubernamentales que en el pasado. No es ningún misterio por qué las ciudades estadunidenses fueron tan grandiosas en el pasado, pero las cosas están cambiando. Destruir ciudades es destruir la civilización”.
International Man: “Las ciudades estadunidenses se han deteriorado visiblemente en todas las métricas en los últimos años. Para un número cada vez mayor de personas, la propuesta de valor de vivir en ciudades ya no tiene sentido”.
Doug Casey: “Dice la regla: ‘Los tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes crean buenos tiempos, los buenos tiempos crean hombres débiles y los hombres débiles crean tiempos difíciles’. Desafortunadamente, la civilización estadunidense ha llegado a una etapa en la que se vuelve blanda, débil y degradada.
Colapso
“Pongo al Estado —gobierno— en la raíz de este derrumbe. Se implementa el bienestar, que no solo permite, sino que alienta a las personas a consumir sin producir. La llamada ‘democracia’ ha creado una guerra de clases en la que todos tratan de hacerse con el control del gobierno para obtener riqueza y poder. Se ha creado una sociedad inestable, inventarios de personas a las que correctamente se ha llamado ‘bocas inútiles’. Son incapaces de nada más allá de consumir y votar.
“Las políticas gubernamentales han convertido a las ciudades en hoyos negros.
“Ese pequeño aforismo puede verse como una manifestación de la segunda ley de la termodinámica, una de las pocas leyes en las que creo: establece que todo se degrada con el tiempo a menos que haya un aporte adecuado de energía para mantenerlo.
“Los ciudadanos, para mantenerse saludables, deben producir más de lo que consumen. Pero eso ya no es así. Muchas ciudades estadunidenses ahora son drenajes netos del país.
“El colapso que viven las ciudades norteamericanas ha sido muy rápido desde el punto de vista histórico. Puede atribuirse parte de ello a la degradación general de la sociedad, que ha sido promovida activamente por la academia, los medios y la industria del entretenimiento. El wokesterismo, una filosofía de neomarxismo, racismo y colectivismo rabioso, ha capturado totalmente a los gobiernos en todas partes. Pero especialmente en las ciudades, desde donde sus ideas corruptas y degradantes se extienden a la población en general.