LA CUMBRE DE LOS PARIAS

“Acciones de alto impacto en materia de cooperación militar y estratégica”.

Lucy Bravo
Columnas
CUMBRE DE LOS PARIAS

Rechazado por Occidente y sin poder viajar al extranjero (excepto a Bielorrusia) debido a acusaciones de crímenes de guerra, Vladimir Putin se vio obligado a reunirse con otro líder cuya popularidad en la escena internacional deja mucho que desear: Kim Jong-un.

El hecho de que Putin, a unos días de que compareciera en la Cumbre de los BRICS en Sudáfrica por videoconferencia y se ausentara completamente de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) en India, estrechara la mano de un paria internacional como el norcoreano es ilustrativo del prestigio disminuido del líder del Kremlin.

Para algunos esta “cumbre de los parias” es muestra de la desesperación de Putin por conseguir artillería, cohetes y otras municiones debido al lento avance de su invasión a Ucrania, mientras que para otros tiene el potencial de remodelar la dinámica geopolítica en Europa del Este y la Península de Corea.

No es un tema menor que tanto Rusia como Corea del Norte estén mostrando su floreciente alianza sin el menor pudor. Esto no solo es un desafío abierto contra Estados Unidos y sus aliados, sino que también indica a qué grado el Kremlin está dispuesto a considerar un acuerdo con Pyongyang que probablemente violaría las sanciones de la ONU, mismas que en su momento aprobó la propia Rusia.

Pero lo más notable es el aspecto asimétrico de la transacción, donde los beneficios de Rusia son más a corto plazo con la adquisición de municiones, mientras que los de Corea del Norte son más a largo plazo, ya que Pyongyang obtiene asistencia técnica para la investigación y el desarrollo de tecnologías espaciales y de armas avanzadas.

Aunque el acceso de Pyongyang a las tecnologías militares rusas no es algo nuevo, lo más probable es que ahora será mayor y más estable en comparación con los tiempos transcurridos desde el final de la Guerra Fría, cuando recurrió a canales más ilícitos.

Eje

Esto podría acelerar significativamente la adquisición por parte de Corea del Norte de plataformas nucleares estratégicas, incluidos submarinos y misiles balísticos intercontinentales de largo alcance.

La cooperación en materia de misiles entre Corea del Norte y Rusia ha continuado desde que la exUnión Soviética comenzó a suministrar misiles tierra-aire a Corea del Norte y muchos de los modelos norcoreanos son versiones modificadas de los misiles soviéticos. Esto también facilita el uso de las municiones que sean enviadas a Rusia, ya que son compatibles con lo que ya utiliza el ejército de Putin.

Con esta reunión queda más claro que nunca que Rusia, Corea del Norte y China están conformando una especie de nuevo “eje autoritario”. Un eje que no solo está alineado simbólica e históricamente en su retórica contra EU y sus aliados, sino que ahora está abiertamente involucrado en acciones de alto impacto en materia de cooperación militar y estratégica.

Aquellos que aún creen que las diferencias entre Beijing, Moscú y Pyongyang impedirán una coordinación sólida podrían llevarse una sorpresa.

En el contexto histórico, el nivel de cooperación entre estos tres Estados autoritarios ya excede claramente las bien documentadas relaciones disfuncionales entre las potencias originales del Eje: la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial.