International Man: “¿Qué dice usted sobre la economía y la sociedad, que la gente trabaje tan duro para interpretar lo que dicen los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales?”
Doug Casey: “Es una vergonzosa pérdida de tiempo. Me recuerda a los primitivos que buscaban el consejo de los hechiceros. Hace 100 años las personas más ricas del país (los Rockefeller, los Carnegie y demás) ganaron su dinero creando industrias que realmente fabricaban cosas. Ahora las personas más ricas del país simplemente barajan el dinero. Se enriquecen porque están cerca del gobierno y del hidrante de moneda materializado por la Fed. Diría que es una señal de que la sociedad en Estados Unidos se ha degradado bastante.
“El mundo gira mucho menos en torno de la producción real y más en adivinar la dirección de los mercados financieros. Las tasas de interés negativas crean burbujas y eventualmente resultarán en un colapso económico”.
International Man: “Las tasas de interés negativas son esencialmente un impuesto sobre el ahorro. Mucha gente preferiría sacar su dinero del banco y guardarlo debajo de un colchón que sufrir esa picadura…”
Doug Casey: “Los planificadores económicos centrales lo saben. Es por eso que están utilizando tasas de interés negativas para intensificar la guerra contra el efectivo: el impulso para eliminar el papel moneda y crear una sociedad sin efectivo.
“El sistema bancario es muy frágil. Los bancos no tienen mucho papel moneda. En su mayoría son bytes digitales en una computadora. Si la gente comienza a retirar papel moneda en masa, no se necesitará mucho para derribar todo el sistema”.
Sin efectivo
“Su solución es hacer que el acceso al efectivo sea más difícil y, en algunos casos, ilegal. Es por eso que los hechiceros económicos de Harvard están golpeando la mesa para deshacerse del billete de 100 dólares.
“Tome a Francia como ejemplo. Ahora es ilegal realizar transacciones en efectivo de más de mil euros sin documentarlas adecuadamente. Las tasas de interés negativas han acelerado la guerra contra el efectivo. Si los planificadores centrales ganan esta guerra, sería el golpe mortal final a la privacidad financiera.
“¿Cómo se relaciona todo esto con el colapso de la civilización occidental? Creo que el próximo paso en su estúpido plan es abolir el efectivo. Hace décadas se deshicieron de las monedas de oro, que circulaban día a día en los bolsillos de las personas. Luego se deshicieron de las monedas de plata. Ahora planean deshacerse del efectivo por completo. Así que ni siquiera tendrás euros o dólares o libras en tu cartera; o si los tienes, solo serán denominaciones muy pequeñas. Todo lo demás tendrá que hacerse a través del procesamiento de pagos electrónicos.
“Esto es un gran desastre para la persona promedio: absolutamente todo lo que compre o venda, excepto tal vez una barra de chocolate o una hamburguesa, tendrá que pasar por el sistema bancario. Así, el gobierno podrá monitorear cada transacción y pago. La privacidad financiera, incluso lo que queda de ella hoy, literalmente dejará de existir.
“La privacidad es una de las grandes diferencias entre una sociedad civilizada y una sociedad primitiva. En una sociedad primitiva, en tu pequeño pueblo de chozas de tierra, cualquiera puede mirar a través de tu ventana o abrir la puerta de tu tienda. No tienes privacidad. Todo el mundo puede oír todo; ver cualquier cosa. Esta fue una de las cosas maravillosas de la civilización occidental: la vida privada era valorada y respetada. Pero ese concepto, como tantos otros, está desapareciendo (Doug Casey on the End of Western Civilization, by Doug Casey)”.