DE LA AUSTERIDAD AL CINISMO DEL LUJO VULGAR

Gerardo Fernández Noroña
Columnas
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Apenas se cumplió un año del final del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y todas esas mujeres y hombres que lo veneraron por su austeridad de 200 pesos en el bolsillo hoy viven sus vidas a todo lujo y a toda madre.

Los ejemplos sobran. Ahí está el Changoleón-Noroña. Un hombre que hacía pipí afuera del baño de la gasolinera para no pagar cinco pesos, o que se negaba a pagar el IEPS en el supermercado. Pero tiene una casa de doce millones de pesos en un Spa turístico, en Tepoztlán. Despreciaba la riqueza cuando no la tenía, pero ya no sufre por volar en turista, porque todo el mundo lo vio viajar a Europa en business y hacer campaña en avión privado.

O qué me dicen de Patricia Armendáriz, la extiburona del reality llamado Shark Tank, quesque financiera y quesque cuatroteísta. Pero es una de las manos que mecieron el Fobaproa, le guste reconocerlo o no.

Esa morenista está a punto de hacer su fiesta de XV años, con todo y chambelanes. Celebrará la compra, hace 15 años, de su depa en el 106 de Central Park South, en Nueva York.

Y cómo dejar de mencionar que en la reciente tragedia en Poza Rica vimos a la gobernadora zacatecana de Veracruz, Rocío Nahle, bajarse de su Suburban blanca, último modelo, superblindada.

Y eso que el Ejecutivo federal ha pedido casi a gritos prudencia y austeridad. Petición que tampoco le llegó al alcalde de Poza Rica, Fernando Remes, a quien le aventaron aguas negras sus gobernados porque se paseó muy a gusto arriba de su Yukon Denali de 2.3 millones de pesos, color rojo Morena; qué finos gustos los que tiene.

Tampoco debemos olvidar las propiedades de los traidores de los Yunes o los Murat en Nueva York, ampliamente documentadas.

Lo cierto es que la austeridad de Morena es puro discurso y cero sustancia. El problema son los tiempos que vivimos. Todo, absolutamente todo, está a la vista. Todo está en la mesa.

El poder, a la defensiva del ciudadano

Lo que también está a la vista es el fin del juicio de amparo como protección del ciudadano ante el abuso de poder. Hoy la reforma que muy seguramente será votada a favor desvirtúa este recurso para que sea el poder defendiéndose de los ciudadanos.

El gobierno busca zafarse de la transparencia y de rendir cuentas sobre sus abusos, dejando a los ciudadanos en indefensión total ante suspensiones y órdenes de aprehensión. Es la realidad, es la cuatroté enterrando al país.

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