EL MULTILATERALISMO MILITAR YA ESTÁ AQUÍ

“Mayores posibilidades para la construcción de acuerdos”.

Javier Oliva Posada
Columnas
MULTILATERALISMO MILITAR

Desde su creación como Comunidad Europea del Carbón y el Acero (18 de abril de 1951), la hoy Unión Europea (UE) ha estado marcada en primer lugar por la búsqueda y consecución de cinco objetivos originales: contar con una moneda común (el euro); tener estructuras de gobierno y representación compartidas; contar con una sola frontera exterior y suprimir interiores (el ejemplar Espacio Schengen), son tres que han sido cumplidos casi en su totalidad; sin embargo, hay dos que aún están por cumplirse: tener una sola política exterior y formar/sostener un Ejército Europeo.

Aunque en algunos episodios históricos ha habido una evidente convergencia —por ejemplo, la Guerra de los Balcanes, que terminaría con la desintegración de Yugoslavia—, ha sido más la excepción que la norma. Ahora mismo se puede observar con los muy complicados y dilatados acuerdos para procesar las oleadas de migrantes, donde las discrepancias entre Italia, Francia y Alemania han impedido encontrar opciones, al mismo tiempo que humanitarias, accesibles para que quienes estén en condiciones puedan radicar en alguno de los países de la Unión Europea.

Pese a dicho escenario, la creación del Ejército Europeo se ha visto acelerada por dos sustanciales e históricos acontecimientos.

El primero fue el conocido Brexit o salida del Reino Unido de la Unión Europea (cuyas actuales desventajas superan por mucho a las ilusorias ventajas iniciales). Votada el 23 de junio de 2016, se ejecutó luego de complicadas negociaciones el 31 de enero de 2020. Esta situación permitió retomar los abandonados trabajos para crear el Ejército Europeo, al cual el Reino Unido vetó de manera permanente. El principal y, me parece, atendible argumento es que se duplicarían las funciones y gastos entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el mismo Ejército Europeo.

Hasta el momento los principales impulsores de este son Alemania, Francia, Italia y España, que además cuentan con el respaldo unánime de los demás socios de la UE.

Avances

El segundo acontecimiento es el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania el 23 de febrero de 2022. Con la guerra en curso y tratándose del primer conflicto armado convencional en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y el primero en su tipo en lo que va del siglo XXI, ha llevado a la imperiosa necesidad de construir un recurso de defensa militar que procure en lo posible no depender ni de Estados Unidos ni del Reino Unido. Sobre todo por los acuerdos o negociaciones que como potencias pueden llegar a tener con adversarios como China o, en este caso, el gobierno de Vladimir Putin. Los trabajos para la puesta en marcha del Ejército Europeo van muy avanzados y cuentan con presupuesto aprobado por el pleno del Parlamento Europeo.

La entrada en funcionamiento de una Fuerza Armada que represente a la UE implicaría también la construcción de una alianza militar multilateral única en su estilo, pero a la vez ampliaría los focos de poder georregional.

Eso diversificaría las negociaciones al sumarse de forma decidida una nueva potencia, que también significaría una mayor complejidad, pero de forma simultánea mayores posibilidades para la construcción de acuerdos.

Los pronósticos para sus primeras acciones, de manera paradójica, avanzan de forma paralela a la continuación de la invasión rusa. Es decir, cada día que pase en esa guerra es un día que se suma a los argumentos y trabajos para fortalecer al Ejército Europeo. No falta mucho para verlo en acción.