EL PENSAMIENTO CONTRAFÁCTICO Y LA MEDIACIÓN

Tomás Caparroso
Columnas
LA MEDIACIÓN

Entender el punto de vista del otro puede ayudar a ver las cosas desde otra perspectiva y permitirnos encontrar una base común para encontrar mejores soluciones a problemáticas compartidas.

Imaginar cómo hubiera sido una situación si se hubieran tomado decisiones diferentes o si hubieran ocurrido eventos diversos a los que realmente ocurrieron al haber considerado o tomado en cuenta las propuestas del otro, es lo que se conoce como pensamiento contrafáctico.

El pensamiento contrafáctico permite, en situaciones donde existe un conflicto, considerar las cosas desde una perspectiva diferente, así como tomar en cuenta los aspectos tanto positivos como negativos de cada opción que existe, para darle salida a la situación y explorar las posibilidades de acuerdo entre las partes.

La utilización del pensamiento contrafáctico en la mediación permite a las partes externar sus opiniones sobre qué pasaría si consideraran por un momento tomar en cuenta las propuestas de la otra parte y no únicamente las propias, recordando a las partes que en la realización de este tipo de ejercicios no existen respuestas buenas o malas: simplemente es considerar el pensamiento del otro.

Es decir, el pensamiento contrafáctico en la mediación permite a las partes no solo considerar las propuestas que la otra parte quiere aportar, sino también explorar cuál es el sentir de cada una de las partes al considerar las ideas y perspectivas del otro.

Recordemos que la gran mayoría de las veces, en los conflictos que se suscitan entre las personas, la carga emocional y el cómo las hace sentir determinada situación o detalle de la problemática es el problema en sí.

Es por ello que en mediación debe tenerse muy presente la gestión y el manejo de las emociones, así como del problema en sí.

Caminos

Algunos mediadores, como el doctor Rodolfo Víctor Jiménez Rodríguez, han implementado el uso del pensamiento contrafáctico en la mediación a través del método VJR, por ejemplo, donde el uso del pensamiento contrafáctico permite a las personas involucradas en el problema alcanzar un mayor nivel de comprensión mutua a partir de sus posiciones antagónicas, lo cual favorece la solución del conflicto y permite alcanzar un acuerdo mutuo que sea benéfico para ambos.

El pensamiento contrafáctico utilizado de manera constructiva en conjunto con la mediación es una herramienta para flexibilizar el pensamiento de las partes, generar empatía, encontrar puntos en común, reconocer tanto los errores ajenos como los propios y explorar nuevas posibilidades de acuerdo.

Diálogo, empatía, comprensión y flexibilidad: fortalezcamos estas habilidades para que junto con la utilización positiva del pensamiento contrafáctico sigamos construyendo caminos para la paz.