Una de las grandes noticias de 2025 sin duda es el contrato que firmó el piloto de automovilismo mexicano Sergio Checo Pérez con Cadillac para sellar su regreso a la Fórmula 1 (F1), categoría en la que participó más de diez años con números que lo convierten hoy en el mejor piloto en la historia del deporte motor mexicano. ¡Ojo: el mejor numéricamente hablando!
Y por supuesto que esta grandiosa noticia nos llena de alegría a todos los que hemos seguido el automovilismo mexicano durante años y en particular la F1. En este sentido me permitiré cubrir —desde mi humilde opinión— interrogantes que generó este maravilloso anuncio.
¿El regreso de Checo a la F1 perjudica a las nuevas generaciones de pilotos mexicanos? No, de ninguna manera perjudica el avance de los cuatro o cinco pilotos que están en desarrollo para ocupar en un mediano o largo plazo un asiento en dicha categoría. En la actualidad hay prospectos muy buenos, pero no con la madurez suficiente. Y aunque no es un tema que se ha publicado con la transparencia que se requiere, les puedo confirmar que Checo llegará a Cadillac con el propósito de impulsar sus proyectos personales, entre ellos SP11 Management, que se ha diseñado con el propósito de impulsar a aquellos jóvenes que quieren seguir sus pasos.
¿Se equivoca Cadillac en apostar por la veteranía de Sergio Pérez y Valtteri Bottas? Para mi gusto, no pudo haber tomado mejor decisión Cadillac. Pérez y Bottas son una dupla veterana, donde el finlandés luce mejor que el mexicano a excepción del desarrollo del coche; y en este sentido, creo que bien pueden llevar a Cadillac a un lugar decente en el campeonato de pilotos. No los veo dentro del top ten final, pero si ocurre sería un rotundo éxito para el equipo. Enfrentarse a la F1 por primera vez como equipo nuevo requiere echar mano de la experiencia.
¿Pérez regresa a la F1 por lo que es como piloto o por lo que tiene detrás? Soy un convencido de que Checo regresa principalmente por la infraestructura de empresarios y de negocios que tiene detrás, más que por el piloto que ha sido en la categoría. Si bien los números están de su lado, sigo insistiendo en que hay que analizar profundamente cómo alcanzó muchos de sus resultados finales. A muchos de mis colegas les molesta este punto y prefieren irse con la numeralia, sin el sustento del análisis, pero creo que irse de boca solo con los dígitos es un camino muy peligroso porque al final, dirían por ahí, “la forma, es fondo”.
¿Y entonces?
Entonces, Checo —como se lo he compartido en múltiples ocasiones— es un buen piloto, ni más ni menos, con la experiencia necesaria para darle a Cadillac resultados decorosos y quizás en algunas ocasiones buenos o muy buenos resultados.
Ya esperamos con ansia ver a Sergio Pérez en la parrilla de salida porque, eso sí, él es un ídolo y una inspiración para muchos jóvenes en este país. Y de esos no tenemos muchos.
¡Éxito, Checo!