DESVELANDO EL RIESGO OCULTO DE LAS DESCARGAS ELÉCTRICAS EN MÉXICO

“Localidades rurales enfrentan alta vulnerabilidad social”.

Jaramillo
Compartir

En México los rayos representan una amenaza a menudo subestimada, pero letal: entre 1998 y 2021 se registraron dos mil 470 fallecimientos por descargas eléctricas, una cifra alarmante que subraya la urgencia de abordar este riesgo, especialmente en comunidades con limitada preparación e infraestructura.

Para enfrentar esta realidad los investigadores Alejandro Jaramillo Moreno y Christian Domínguez Sarmiento, de la UNAM, desarrollaron el estudio Mapa de riesgo de muertes por rayos en México: integrando el peligro natural y la vulnerabilidad social.

Publicado en julio de 2024 en Weather, Climate and Society, este trabajo es pionero al combinar el análisis climático con las complejas condiciones sociales que aumentan la vulnerabilidad de la población.

El estudio se basa en datos de la Secretaría de Salud y revela patrones preocupantes en la distribución geográfica de los decesos. De 1998 a 2021 las entidades más afectadas fueron el Estado de México (539), Oaxaca (206), Michoacán (168) y Guerrero (133).

Dentro del Estado de México municipios como Villa Victoria (30 eventos), San Felipe del Progreso (27), Ixtlahuaca (23) y Toluca (22) registraron la mayor cantidad de “eventos”, definidos como la caída de un rayo que causa uno o varios decesos.

Geográficamente la Sierra Madre Occidental y las regiones sur y centro del país son particularmente propensas a las tormentas eléctricas en verano, aumentando la exposición.

La innovación clave del estudio radica en su enfoque en la vulnerabilidad social, un factor históricamente ignorado. Jaramillo Moreno destaca que este mapa es el primero en considerar no solo el clima, sino también el aspecto social. Numerosas localidades rurales en México enfrentan alta vulnerabilidad social debido a la falta de educación, acceso limitado a servicios e infraestructura deficiente, incluyendo viviendas sin protección adecuada.

Información

Esta situación se agrava por la falta de conocimiento sobre cómo actuar durante una tormenta y la dificultad para acceder rápidamente a atención médica. Un ejemplo claro es la región central, como Michoacán y Guerrero, donde la combinación de alta actividad eléctrica y elevada vulnerabilidad social genera un riesgo significativo. En Oaxaca y Chiapas las muertes, aunque más dispersas, también reflejan la incidencia de la vulnerabilidad social en el territorio.

Territorio México

La mayoría de los decesos por rayos ocurren al aire libre, donde las personas están directamente expuestas. Buscar refugio bajo un árbol puede ser fatal, ya sea por descarga directa o por electrocución por corriente inducida. Incluso dentro de las viviendas el riesgo existe si carecen de pararrayos, un sistema vital para conducir la descarga eléctrica de forma segura a tierra.

Aunque la tasa de mortalidad por rayos en México ha disminuido en las últimas décadas, en parte por la migración de áreas rurales a urbanas con mejor infraestructura, el riesgo persiste. Hace 40 años México superaba las cinco muertes por millón de habitantes, en contraste con los países desarrollados, que registraban menos de 0.5.

El estudio es fundamental porque integra las ciencias atmosféricas con las humanas, reconociendo que “hay aspectos humanos que dominan y modulan el riesgo de muchos fenómenos”. Los rayos son un “riesgo oculto” y subestimado que, al sumar los eventos, revela su verdadera magnitud.

Si bien no podemos controlar los fenómenos naturales, sí podemos reducir la vulnerabilidad social. El mapa de riesgo es una herramienta crucial para instituciones de protección civil, ya que identifica zonas socialmente vulnerables donde es prioritario educar a la población sobre cómo actuar durante tormentas eléctricas y qué protocolos seguir.

Las recomendaciones incluyen suspender actividades y buscar refugio adecuado, además de asegurar el acceso y la comprensión de pronósticos meteorológicos. A futuro, Jaramillo subraya la importancia de un acceso equitativo a la información, incluyendo la difusión en lenguas originarias en las regiones más vulnerables, para empoderar a todas las comunidades.

Mortalidad

La mortalidad por rayos varía significativamente según la región. Por ejemplo, en algunas áreas rurales de India las tasas son particularmente elevadas, registrándose entre dos mil y tres mil muertes anuales a causa de estos fenómenos naturales. En el caso de México los datos de la UNAM indican que más de 200 personas mueren anualmente debido a impactos de rayos.

Impacto global de los rayos

Cada año los rayos son responsables de aproximadamente 24 mil muertes en todo el mundo. Además, cientos de personas sobreviven a sus impactos, aunque a menudo quedan con secuelas persistentes y debilitantes, como pérdida de memoria, mareos, debilidad, entumecimiento y otras dolencias que alteran significativamente su calidad de vida.

Un impacto directo puede provocar paro cardiaco y quemaduras graves; sin embargo, la tasa de supervivencia es notablemente alta, con nueve de cada diez personas logrando sobrevivir. En Estados Unidos la probabilidad de ser alcanzado por un rayo es de una en un millón, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

×