LA MEDIACIÓN EN LA CIJ, EL TMEC Y LA REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS

Tomás Caparroso
Columnas
TMEC

La Mesa del Comité de la Asamblea General para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino celebra las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para Israel a fin de prevenir actos de genocidio en Gaza.

Dichas medidas se dictaron de conformidad con las obligaciones de Israel bajo la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, que le exige adoptar todas las acciones a su alcance para impedir la comisión de todos los actos comprendidos en el ámbito del artículo II de dicha Convención.

Israel debe garantizar que “sus fuerzas armadas no cometan ningún” acto genocida en Gaza.

La CIJ confirmó que tiene jurisdicción en el caso; reconoció que la población civil en la Franja de Gaza sigue siendo extremadamente vulnerable debido al uso recurrente de la fuerza y ordenó a Israel que tome medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia.

Lamentablemente, esta guerra ha causado la muerte de más de 26 mil palestinos, la mayoría niños y mujeres; más de 63 mil 740 heridos; más de 360 mil viviendas destruidas o dañadas, además de otras infraestructuras civiles vitales; y aproximadamente 1.9 millones de personas desplazadas por la fuerza, que sufren una catástrofe humanitaria, incluida la hambruna y la propagación de enfermedades.

Como usted, querido lector, comprenderá, la mediación es fundamental en este tema. Desafortunadamente, desde 1948, año en que surgió esta convención y hasta la fecha, como lo podemos ver, seguimos en un conflicto de sanciones, cuando deberíamos en su lugar buscar soluciones para esas familias, para los cientos de miles de mujeres y niños que se han visto devastados por esta situación; nuevamente la mediación debería ser el medio para buscar una forma de garantizar que se respeten los derechos humanos y el bienestar de todas estas familias.

Cláusula Sunset

Si usted lee con cuidado conmigo, “sunset” tiene que ver con “cuando el sol se apaga”; esta cláusula forma parte del TMEC.

Para poder comprender el significado de esta cláusula que aparece en el tratado comercial hay que recordar que la intención del equipo de Donald Trump en las negociaciones de este acuerdo eran que el mismo concluyera su vigencia en un plazo de cinco años, salvo que los países firmantes decidieran que querían su continuación. Finalmente, lo que acabó negociándose fue que a los seis años de vigencia del acuerdo se hiciera una revisión conjunta conducida por una comisión creada exprofeso para ello en el propio marco del tratado.

Al analizar las expectativas de largo plazo podemos ver cómo la mediación es y tiene que seguir siendo una parte importante entre Estados Unidos y México. La vigencia del TMEC, de acuerdo a lo establecido en su redacción, es de 16 años, con la posibilidad de que las partes decidan prorrogarlo otros 16 años al término de ese periodo. Este plazo se cumpliría el 1 de julio de 2035.

Lo que tenemos a la vuelta, sin embargo, es su revisión sexenal, lo que dio en llamarse la Cláusula Sunset. El 1 de julio de 2026 el tratado cumple seis años de vigencia.

Pero hay que señalar otra parte de lo establecido en esa parte del acuerdo. Si, como parte de una revisión de seis años, uno de los miembros no confirma su deseo de prorrogar su vigencia por otro plazo de 16 años la comisión se reunirá para realizar una revisión conjunta todos los años por el resto del plazo de vigencia de este tratado. Es decir, habría que hacer revisiones anuales hasta 2035.

En el marco del TMEC tenemos problemas fuertes también en materia de maíz, transportes, nearshoring, chips, más todos los que hay en la industria automotriz. Las cadenas de valor corren mucho riesgo: si México no logra salvar las negociaciones, se le va a venir el mundo encima.

Otro tema que tenemos encima es el de la revolución de las conciencias, que se ha hecho singularmente importante, como lo menciona Pedro Rangel en su libro La revolución de las cabezas agachadas: México tiene que negociar con Canadá y EU todo lo referente a las telecomunicaciones y redes sociales: Facebook, Twitter, Inteligencia Artificial (IA) y las nuevas creaciones; todas deben ser negociadas. De hecho, recientemente Mark Zuckerberg tuvo que presentarse ante un comité del Congreso en EU para tratar estos temas.

La mediación definitivamente es lo más importante que tenemos en el camino hacia el futuro.