EMPLEOS Y ECONOMÍA

EMPLEOS Y ECONOMÍA MÉXICO
Columnas
Compartir

Una buena noticia es que en septiembre se crearon 116 mil 675 empleos formales con registro en el IMSS. Otra es que el salario promedio de cotización alcanzó 623.10 pesos diarios, 7.1% más que un año antes, aunque sin descontar la inflación, que en agosto fue de 3.57% anual.

Lo malo es que el aumento del empleo es muy pequeño, tan solo 0.4% anual. Pero incluso esta alza tuvo una ayudadita del gobierno, ya que a partir de junio se incorporaron por ley al régimen del Seguro Social 1.3 millones de colaboradores de plataformas digitales que antes no estaban en el sistema, pero que sí estaban trabajando. Todavía se está realizando una prueba piloto con ellos, ya que solo quienes logren un ingreso mínimo quedarán en el IMSS, pero hasta el momento esta incorporación está modificando los números del empleo formal.

El IMSS también registra 56 mil 170 puestos de “trabajadoras del hogar”, con un salario promedio de 454.40 pesos diarios, que estaban laborando con anterioridad, pero que se han incorporado al Seguro Social por la nueva legislación que lo hace obligatorio. Estas 56 mil 170 trabajadoras tampoco representan nuevos empleos.

Poco vigor

Lo que más preocupa es el hecho de que el número de patrones se está reduciendo: en septiembre pasado el IMSS registró un millón 39 mil 227 patrones, una caída de 2.4% en un año.

El Seguro Social afirma que la razón es “la implementación de medidas de seguridad en la apertura de registros patronales de personas físicas”, pero algunos economistas sugieren que los aumentos al salario mínimo y las restricciones a la subcontratación, entre otras medidas impulsadas por el gobierno, están obligando a muchos patrones a cerrar las puertas o a incorporarse a la economía informal.

La debilidad del mercado laboral es también consecuencia del poco crecimiento de la economía. El Producto Interno Bruto (PIB) aumentó solo 1.2% anual en el segundo trimestre de 2025. El país no ha caído en recesión, como algunos economistas temían, pero muestra poco vigor. En julio el indicador global de actividad económica (IGAE), que ofrece un adelanto del crecimiento trimestral, mostró una declinación anual de 1.2%, un mal inicio para el tercer trimestre. La inversión fija bruta, que ofrece un vislumbre de cómo estará la economía meses adelante, cayó 7.2% anual en julio, en su undécimo mes consecutivo de contracción.

La economía mexicana no está en crisis, a pesar de la incertidumbre generada por las amenazas y aranceles de Donald Trump y por las políticas del propio gobierno mexicano, como la reforma judicial, que ha provocado gran incertidumbre jurídica. En agosto las exportaciones sumaron 55 mil 718 millones de dólares, un sorprendente aumento de 7.4% anual. Sin embargo, en septiembre se produjeron solo 355 mil 525 autos en el país, 6% menos que en el mismo mes del año anterior. Este es un preocupante signo de debilidad.

No estar en crisis no será suficiente en el largo plazo, necesitamos crecimiento. Desde hace años los programas sociales han venido aumentando de forma muy importante, pero la economía solo se expandió 0.8% al año en promedio en el sexenio de López Obrador.

Si seguimos teniendo una economía estancada, con programas sociales que se elevan a paso acelerado, garantizados por la Constitución y con aumentos superiores a la inflación, no habrá dinero que alcance. Sufriremos tarde o temprano la quiebra del gobierno y del país.

×