“ENORME BRECHA ENTRE SELECCIONES FEMENILES Y VARONILES DE BASQUETBOL”

Martha Mejía
Columnas
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Su disciplina y constancia llevaron a Atzimba Vázquez a formar parte de las cinco mujeres en la Asociación de Básquetbol Estudiantil (ABE), la liga de basquetbol más importante de México.

En entrevista con Vértigo la también ganadora del Premio Mujer Tec 2023 invita a todas las entrenadoras “a creer en sí mismas, dejarse llevar por la pasión y luchar por cerrar la brecha de género dentro del deporte”.

—¿Cuáles son los retos que enfrentan las mujeres que se dedican a esta profesión?

—Se trata de un medio que tradicionalmente manejan hombres (entrenadores, jugadores, directivos). Ese es el reto: el ser una minoría, el hecho de tener que defender mi trabajo en muchos de los aspectos en los que participo. Pero también es una gran satisfacción saber que no necesito ser hombre para poder sobresalir en mi profesión. En este sentido es muy importante para mí ser ejemplo para las niñas y jóvenes que vienen jugando conmigo.

—¿Cómo está México en el basquetbol femenil?

—Acaba de salir el ranking mundial y la selección mexicana está en el lugar 45. Hemos tenido una sequía en cuanto a participación de selecciones nacionales. Esto se debe a cuestiones administrativas, de dirección, de federación, que se salen totalmente de lo deportivo y limitan todavía más el desempeño de las selecciones femeniles.

En este sentido, “la brecha entre lo que se hace para las selecciones varoniles y para las femeniles es enorme: el apoyo es para los hombres, sin hacer méritos ni dar resultados. El trato es muy distanciado todavía”.

Derechos

Vázquez indica que “históricamente las selecciones de basquetbol mexicanas que más han sobresalido a nivel internacional han sido las femeninas. En el país tenemos una selección subcampeona del mundo. Creo que hace falta mucho para igualar las oportunidades entre hombres y mujeres”.

—¿Qué se puede hacer para cerrar esta brecha?

—Creo que el hecho de estar en este momento con este premio (Mujer Tec), de ponerme en una situación que visibiliza mi trabajo, abrirá muchas puertas. Eso hace que me volteen a ver y poder ponerme en un papel de ejemplo para muchas niñas, pero también para muchas entrenadoras, mujeres que pueden pensar: “Si ella pudo, yo también puedo”. Muchas veces nos hacen falta esos modelos, esas guías, saber que somos buenas en lo que hacemos.

En algún momento, explica, “me gustaría participar en una selección nacional y pelear precisamente por los derechos que tenemos, por lo que merecemos como basquetbolistas mujeres y que la balanza se equilibre un poco más entre hombres y mujeres”.

— ¿Qué aconseja a las mujeres que quieren dedicarse al basquetbol, que quieren vivir de esto?

—Primero deben saber que sí se puede. Hace tiempo, cuando quise ser jugadora profesional, me dijeron que no se podía, que en México no se vive del deporte, pero hoy con letras mayúsculas te puedo decir que claro que se vive del deporte. Definitivamente, no es fácil, pero soy fiel creyente de que las cosas que llevan cierto nivel de reto son las que más valen la pena y las que más se agradecen en el corazón.