FELICIDAD CANINA

“Los perros son proveedores de compañía y conexión”.

Daniela Suárez
Columnas
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Miro a mi perro y me canso de ser persona.

Pablo Hasél

Considero que muy pocas cosas en este mundo se podrían asemejar a la felicidad que nos dan nuestros perros cuando nos reciben cada vez que volvemos a casa. Es una sensación única plagada de amor, calor y aceptación incondicional, misma que es difícil de igualar. Pero ¿qué es eso que tienen los perros que nos hace sentir alegría y calma a la vez?

La teoría Polivagal lo puede explicar. Esta teoría la desarrolló en 1994 el sicólogo y neurocientífico Stephen W. Porges y desde hace unas décadas se utiliza para explicar cómo el sistema nervioso responde al estrés, al trauma y a varios estados emocionales.

De acuerdo con la teoría polivagal la desregulación emocional (la inhabilidad de manejar o controlar estados emocionales causados por estrés, ansiedad o enojo) es producto de un desbalance en el sistema nervioso autónomo, especialmente en la función del nervio vago. Este nervio forma parte del sistema nervioso que ayuda a regular los órganos internos y está involucrado en el comportamiento social y emocional. La teoría polivagal sugiere que el sistema nervioso autónomo tiene tres estados distintos: el vagal dorsal, el de excitación simpática y el vagal ventral.

Cada uno de estos estados tiene su propio conjunto de respuestas fisiológicas que van desde la inmovilización y la disociación en el estado vagal dorsal, pasando por el pánico y el agobio en el estado de excitación simpática, hasta la conexión y el compromiso en el estado seguro y social del vagal ventral.

Regular las emociones puede ser especialmente difícil cuando nos sentimos atrapados en los estados dorsal o de excitación simpática. Sin embargo, los perros pueden formar parte de las estrategias de regulación emocional para ayudar a las personas a pasar de un estado de excitación simpática exacerbada o un estado vagal dorsal a un estado vagal ventral más regulado, teniendo como objetivo reducir estrés y ansiedad.

Interacciones

De acuerdo con otros estudios, interactuar con perros ayuda a reducir ansiedad y síntomas de depresión; también a regular la presión arterial y el ritmo cardiaco; así como a mejorar las habilidades sociales.

Por eso mismo creo que no hay duda al pensar que al saludar a nuestros mejores amigos peludos en automático nuestro día es mejor. Además de darnos amor incondicional y la sensación de aceptación, los perros también nos ofrecen interacciones que nos ayudan a regular el sistema nervioso, por ejemplo:

Contacto físico Al estar cerca de un perro y acariciarlo nuestro cuerpo segrega oxitocina, la hormona que ayuda a reducir estrés y ansiedad. Este contacto físico nos ayuda a sentirnos más relajados y en calma.

Ejercicio Los perros en general son activos y juguetones; pasar tiempo con ellos nos puede orillar a hacer algún tipo de ejercicio, lo que también ayuda a reducir estrés y ansiedad a la vez que eleva nuestras endorfinas, aquel químico que nos ayuda a mejorar nuestro humor. Aunque suene difícil de creer, los perros nos ayudan a vivir en el momento presente. Al pasar tiempo con ellos, jugar, bañarlos o cepillarles el pelo nos obliga a estar en el aquí y en el ahora.

Mindfulness Lo anterior es a la vez una práctica de mindfulness, que ha mostrado que es buena para reducir ansiedad y estrés.

Conexiones sociales Los perros son proveedores de compañía y conexión, pasar tiempo con ellos nos ayuda a sentirnos menos solos y aislados; esto, como ya podrán adivinar, también ayuda a bajar el estrés y la ansiedad.

¿Y a ti en qué te ayudan los perros?