“El origen de esta nota es un montaje; y luego, una filtración hecha por la Fiscalía del Estado, manejada por la vieja política, que desde enero ha estado investigando a las empresas de mi familia como una forma de presionar, extorsionar y difamarnos durante este proceso electoral”. Así reaccionó el gobernador de Nuevo León, Samuel García, a un artículo publicado en El Norte.
“Sé que vendrán más ataques como este, por una sencilla razón: son tiempos electorales y así opera la vieja política. También porque el gobierno tiene miles de proveedores y el despacho que fundó mi padre tiene muchos clientes porque lleva muchos años siendo uno de los mejores de Nuevo León… Estoy muy tranquilo porque no tengo nada que ocultar y porque tengo pruebas y argumentos para desmentir cada acusación falsa que hagan. Afortunadamente, mi patrimonio lo construí trabajando duro y mucho antes de entrar a la política”, aseveró.
No dudo que haya una motivación política en el artículo. El gobernador García culpa a la Fiscalía de Nuevo León, que él trató en vano de controlar, pero el diario ha declarado que todas las facturas están vigentes y fueron cotejadas contra el SAT.
El gobernador tiene, por supuesto, derecho a cuestionar la investigación. Esta afirma que una empresa llamada Suministro MYR facturó casi mil millones de pesos al gobierno de Nuevo León y pagó 237 millones a otra empresa llamada Jace; esta, a su vez, transfirió 202 millones a Firma Jurídica y Fiscal Abogados, de la que es socio el gobernador. MYR y Jace comparten socios apoderados, parte de una misma familia. Parece una triangulación.
El gobernador afirma que los pagos por 202 millones de pesos se realizaron a partir de 2017, mientras que él asumió el gobierno de Nuevo León el 7 de octubre de 2021. Sin embargo, 29 de estos pagos se realizaron a partir de 2021.
¿Pueden ser legales los pagos? Quizá sí, pero habría sido más creíble la respuesta del gobernador si, en lugar de descalificar a la fiscalía y a los periodistas, hubiera ofrecido información comprobable sobre los pagos. Si no hay nada que ocultar, lo mejor es dar transparencia al tema.
Quizá…
García tiene una gran personalidad y ha dejado un impacto político importante a una corta edad, no solo en Nuevo León sino en el país. Sus tenis fosfo se hicieron virales. Su esposa Mariana Rodríguez tiene una enorme influencia en redes sociales y en medios convencionales. El breve intento de Samuel por buscar la candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano demostró que tiene capacidad para mover la aguja en las preferencias políticas nacionales, cosa que no ha podido hacer Jorge Álvarez Maynez, seleccionado por Dante Delgado, presidente del partido, para ser candidato presidencial.
La mejor defensa en estos casos es la transparencia. Cada uno de los pagos en esta presunta triangulación puede ser documentado y explicado. Mal se empieza, sin embargo, si el gobernador afirma que se hicieron por servicios prestados antes de ser gobernador, siendo que muchos fueron realizados cuando ya ocupaba el cargo. En estos casos se requiere un poco menos de rencor político y un poco más de inteligencia. Estoy seguro de que el gobernador puede limpiar su nombre con un poco de transparencia sin tener que imprecar a los medios o a la fiscalía.
Vale la pena recordar, sin embargo, que García abandonó su intento por ser candidato presidencial porque no logró dejar a un sucesor leal en la silla. Sí, prefirió regresar al cargo de gobernador antes de tener a un interino independiente. Quizá necesitaba a alguien que le cuidara las espaldas.