LA HISTÓRICA LUCHA DE LAS MEXICANAS

“Un entorno bastante más liberal, pero aún insuficiente”.

Claudia Ivett García
Columnas
LUCHA DE MUJERES MEXICANAS

A siete décadas de la legalización de los derechos político electorales de las mujeres en México, ¿qué logros se han conquistado? Pero aún más relevante de analizar, ¿qué temas siguen pendientes para que las mujeres puedan ejercer plenamente y sin miedo su derecho a votar y a participar en una contienda electoral?

¿Qué necesitamos seguir trabajando como sociedad para que las mujeres puedan salir a las calles de nuestro México a ejercer su derecho de hacer campaña, a caminar sus comunidades y convencer con sus ideas e inteligencia?

En pleno siglo XXI pareciera que las mujeres mexicanas viven una realidad muy diferente a la que vivían aquellas mujeres que empezaron a levantar la voz y a exigir que sus inconformidades fueran escuchadas y sus problemas solucionados.

Para entender hasta dónde hemos llegado debemos mirar al pasado. A mediados del siglo XX solo los hombres podían acudir a las urnas a emitir su voto. Además, el derecho de acceder a una candidatura para contender por un puesto de elección popular también era exclusivo de los hombres. Esa era la realidad de nuestro México, un país en el que únicamente el género masculino tenía voz y voto en la toma de decisiones de nuestro país.

Una lucha constante por la conquista de los derechos político electorales de las mujeres nos coloca actualmente en un entorno bastante más liberal para con nosotras, pero no es aún suficiente.

Voto de las mujeres


Logros

Revisemos cómo ha transcurrido la lucha histórica de las mujeres mexicanas por la conquista de sus derechos políticos. Es importante entender la lucha, porque solo así se seguirá avanzando en favor de mejorar el entorno de casi 65 millones de mexicanas.

En 1952 grupos organizados de mujeres presentaron al entonces candidato presidencial, Adolfo Ruiz Cortines, una petición formal para que se legalizara el voto de las mujeres en México. Tuvo que pasar un año, para que el 17 de octubre de 1953 el Diario Oficial de la Federación publicara una reforma a los artículos 34 y 115 de nuestra Constitución que finalmente reconoció a todas las mexicanas el derecho a votar y también a ser candidatas para un puesto de elección popular.

En 1938 por primera vez México tuvo a su primera presidenta municipal. En 1954 la primera mujer llegó a la Cámara de Diputados federal. En 1964 por primera vez una mujer llegó al Senado de la República. En 1979 por primera vez una mujer llegó a ser gobernadora en México, en el estado de Colima. Y en 1988 por primera vez una mujer, Rosario Ibarra, fue postulada como candidata para contender por la Presidencia de la República.

Actualmente México vive un proceso electoral en el que por primera vez tenemos la posibilidad real de que una mujer encabece la responsabilidad más alta, la Presidencia de la República.

Sin embargo, debemos entender que no solo se trata de numeralia, ni de cumplir con las cuotas: los pendientes son demasiados; la violencia política contra las mujeres sigue sucediendo.

Sí, han pasado más de 70 años desde que las mujeres lograron ejercer sus derechos político electorales y hay logros que deben ser reconocidos. Pero la pregunta es: ¿qué haremos los próximos años a favor de la equidad y la justicia electoral para ellas?