Arabia Saudita ha emprendido un ambicioso plan de diversificación económica para liberarse de la dependencia exclusiva del petróleo bajo el proyecto nombrado Visión 2030. En este contexto, ha establecido un fondo público de inversión donde el deporte profesional es uno de sus pilares para invertir.
El objetivo en este inciso es transformar al país en una potencia deportiva que impulse al turismo y proyecte su imagen a escala internacional. Por ello se encuentra en plena irrupción en los deportes profesionales, con lo que trastoca a varias entidades, franquicias y ligas.
Una de las manifestaciones más notables es la revitalización de su liga local de futbol. Esta temporada se han realizado inversiones significativas que han alcanzado la cifra récord de 875 millones de dólares, traspasos que han permitido la adquisición de jugadores de renombre mundial, como Neymar y Malcom, sumándose a otras estrellas como Cristiano Ronaldo y Karim Benzema.
Además, Arabia Saudita desafía las estructuras tradicionales del golf profesional con la creación del nuevo Tour LIV, una gira que sacude la escena mundial al modificar las reglas del juego, reducir el calendario de eventos y aumentar considerablemente las bolsas económicas, atrayendo de inmediato la atención de jugadores consagrados.
En el ámbito del boxeo, el país ha emergido como un destino de primer nivel para peleas de campeonato mundial anteriormente reservadas para sedes como Las Vegas o Nueva York. Ahora boxeadores de élite, como Deontay Wilder y Anthony Joshua, están dispuestos a viajar al país árabe en busca de mejores bolsas y oportunidades.
El próximo hito en la agenda deportiva de Arabia Saudita es el esperado combate entre los invictos Tyson Fury y Oleksandr Usyk, quienes disputarán el 18 de mayo los principales cuatro títulos mundiales de peso completo. Este evento no solo resalta la creciente influencia del país en el pugilismo mundial sino también subraya su capacidad para atraer eventos de gran relevancia internacional.
Más proyectos
En el automovilismo, Arabia Saudita consolida su posición como sede de grandes eventos, incluido un Gran Premio de Fórmula 1 que aloja desde 2021. Además, el país se enorgullece de ser sede del Rally Dakar, fortaleciendo su presencia en el mundo del motor.
Mientras, el tenis es el próximo objetivo de Arabia Saudita: se especula con la posibilidad de que establezca su propia gira, siguiendo el exitoso modelo implementado en el golf.
Los tenistas demandan un calendario menos saturado, mejores bolsas y equidad salarial en el caso de las mujeres, creando un terreno propicio para la introducción de una nueva alternativa profesional.
El punto culminante de este ambicioso proyecto deportivo será el Mundial de futbol en 2034, para lo cual la FIFA ya dio su aprobación y solo falta que confirme su estatus de país sede.
La realización de la Copa del Mundo, junto con las obras transformadoras planeadas, coincidirá con la realización completa de su proyecto en busca de terminar de posicionarse como un destino deportivo de primer nivel, que también marque la consolidación en su transformación económica diversificada.
El plan va tomando forma y el deporte lo tiene en plena revolución.