International Man: “Hablemos un poco más de la tendencia actual de poner en la mesa de los debates el presunto declive de la civilización occidental…”
Doug Casey: “Quiero volver a poner énfasis en que la ciencia, la tecnología y todos los maravillosos juguetes que tenemos no son la esencia de la civilización occidental. Son más bien consecuencias del individualismo, el capitalismo, el pensamiento racional y la libertad personal. Es fundamental no confundir causa y efecto”.
International Man: “Hablando de civilizaciones antiguas, como Roma, las tasas de interés están saliendo de los niveles más bajos que han tenido en cinco mil años de historia registrada. Trillones de dólares en bonos del gobierno se negocian con rendimientos negativos. Por supuesto, esto no podría suceder en un mercado libre. Solo es posible debido a la manipulación del banco central. ¿Cómo afectarán las tasas de interés artificialmente bajas al colapso de la civilización occidental?”
Doug Casey: “Es muy, muy serio. Anteriormente pensé que era metafísicamente imposible tener tasas de interés negativas, pero en el bizarro mundo que han creado los bancos centrales ha sucedido.
“Las tasas de interés negativas desalientan el ahorro. Una vez más, el ahorro es lo que genera capital. Sin capital, terminas como un caparazón vacío: Roma en 450 d.C. o Detroit en la actualidad: muchos edificios maravillosos pero vacíos y sin actividad económica”.
Destino
“Peor aún, obliga a la gente a poner su dinero desesperadamente en todo tipo de especulaciones idiotas en un esfuerzo por mantenerse por delante de la inflación. Terminan persiguiendo las burbujas que crea el dinero falso.
“Permítanme volver a recalcar algo: para que la ciencia y la tecnología avancen se necesita capital. ¿De dónde viene el capital? Proviene de personas que producen más de lo que consumen y ahorran la diferencia. La deuda, por otro lado, significa que estás viviendo por encima de tus posibilidades. O estás consumiendo el capital que otros han ahorrado o estás hipotecando tu futuro.
“Las políticas de tipos de interés cero y negativos, así como la creación de dinero de la nada, son en realidad destructivas para la civilización misma. Hacen que el hombre promedio sienta que no tiene el control de su propio destino. Empieza a creer que el Estado, la suerte o Alá se encargarán de él. Esa actitud es típica de personas de partes atrasadas del mundo, no de la civilización occidental (Doug Casey on the End of Western Civilization, by Doug Casey)”.