Entramos a la fase final de la eliminatoria mundialista, donde las selecciones de futbol de diferentes regiones del planeta se juegan su última oportunidad por clasificarse directo a la que será la Copa del Mundo con más países participantes de la historia.
Prácticamente se clasificará cerca de una cuarta parte de todos los asociados a la FIFA: el Mundial 2026 crece de 32 a 48 selecciones, con lo que se pasarán de 64 a 104 los partidos, con el desafío de democratizar más este certamen sin perder la calidad en la cancha y mantener el interés por el torneo.
Esta masificación de participantes no tiene antecedentes. Los mundiales de basquetbol, voleibol, rugby, etcétera, se juegan con un máximo de 32 equipos o incluso 16 ante los retos logísticos que implica organizar competencias numerosas de deportes de conjunto.
Los Juegos Olímpicos son el ejemplo de universalidad con más de diez mil atletas repartidos en 35 disciplinas, pero ya busca mecanismos para bajar el número de deportistas ante el alto costo que esto representa.
El aumento de participantes en el Mundial de la FIFA también traerá la primera justa en que compartan sede tres países: Estados Unidos, Canadá y México. El primer reto para las selecciones y aficionados serán las largas distancias para seguir el camino de un representativo que vaya avanzando en el torneo. La primera fase está segmentada por regiones, pero en las fases subsecuentes las ciudades se distancian demasiado.
El balompié internacional es precisamente donde empieza a ser más común tener sedes compartidas. La Eurocopa suma cuatro ediciones bajo este esquema de organización, siendo la edición de 2021 la que tuvo once países anfitriones, en tanto que la Copa Asiática de 2017 se disputó en cuatro naciones y la Copa Africana de 2027 tendrá a tres países sedes por primera vez en su historia.
En juego
Para ganar la Copa del Mundo de Norteamérica se tendrán que disputar ocho partidos, solo uno más que en el anterior formato.
La fase de eliminatoria directa ahora iniciará en dieciseisavos de final. Para el Tricolor la meta ya no es llegar al quinto partido, sino aspirar al sexto como mínimo, que ahora representará unos cuartos de final.
La calidad de los partidos es una de las grandes interrogantes de lo que pueda representar el Mundial expandido. En formatos más cortos se han dado goleadas al clasificarse selecciones de baja calidad. De momento son 28 selecciones las que se encuentran con su pase asegurado, en una clasificatoria que tiene 39 plazas directas y seis repescas.
Un ejemplo de lo que implica este cupo excesivo para algunas regiones es el de la Conmebol, que tendrá seis selecciones con pase directo, más una repesca, cuando son solo diez representantes asociados. En la Concacaf se tendrán seis países de la región, además de que podrían clasificarse dos naciones más en la repesca.
En el terreno económico, en total estarán a la venta más de cinco millones de entradas, de las cuales ya se compró más de un millón de boletos en la fase de preventa para derechohabientes de uno de sus patrocinadores bancarios.
Son datos que justifican el interés por aumentar el número de participantes... aunque esté en juego la calidad que pueda conservar uno de los eventos deportivos con más espectadores del mundo.

