“SE REQUIERE LABORAR EN IGUALDAD DE CONDICIONES”

Martha Mejía
Columnas
Copia de COLUMNAS (1920 × 1080 px)-23.png

Actualmente la presencia de las mujeres en el sindicalismo mexicano es dinámica, no obstante, existe un déficit de ellas en su estructura organizacional.

Si bien la reforma laboral de 2019 consideró varios aspectos para equilibrar una participación más activa de las mujeres, aún existen tareas pendientes para llegar a la igualdad laboral, detalla María de Jesús Rodríguez Vázquez, secretaria de Trabajos y Conflictos de la Confederación Auténtica de Trabajadores (CAT) y secretaria general de la misma organización en el estado de Veracruz.

— ¿Cuáles son las principales demandas laborales que exigen las mujeres?

— Salarios. Aún existe el que un hombre gane más que una mujer realizando la misma tarea. Ahí entra el rol de los sindicatos, que es luchar realmente por una igualdad. Esa es una de las principales quejas o reclamos que pudiéramos hacer. La segunda es tener mayores facilidades, por ejemplo, guarderías. Habrá mujeres que tengan quien les ayude al cuidado de su familia en la mañana, pero en la tarde o noche para quien rola turnos se les complica bastante.

Es necesario, agrega Rodríguez, “también que se nos dé la oportunidad de ocupar espacios directivos de mayor rango porque casi no los hay. Actualmente nos encontramos con mujeres que ya son directoras, gerentes regionales a nivel Latinoamérica y han dado muy buenos resultados, han tenido muy buenas ideas, pero aun así falta ese empujón para equiparar la capacidad que tiene la mujer con respecto de un hombre para ocupar cargos de mayor responsabilidad. En eso también hay mucho reclamo”.

Señala que “otro tema que destacaría es el personal: si a una mujer le otorgan la facilidad, la posibilidad y el respaldo de representar a un sindicato es porque cientos de personas confían en ella, porque piensan que ella es buena, entre otras cosas, para administrar y velar por sus demandas, pero cuando la mujer se topa de frente con esta propuesta, muchas la toman, pero también muchas la rechazan porque ‘mi tiempo’, ‘mi esposo’, ‘mis hijos’, y entonces ya no puede; por lo tanto considero que la verdadera lucha es contra nosotras mismas: tener más autoconfianza en delegar tareas y romper paradigmas”.

Cerrar la brecha

— En este sentido, ¿qué se ha logrado en los últimos años?

— Se ha logrado mayor apertura de las industrias para que las mujeres trabajemos en ellas, por ejemplo, la industria de la construcción, la industria metalmecánica, la industria médica y las zonas portuarias; en todas estas industrias cada vez hay más mujeres trabajando en diversas categorías, es decir, se está abriendo el abanico para que ellas puedan entrar en la fuerza laboral de estas industrias consideradas masculinas.

— ¿Qué hacer para cerrar la brecha?

—Los sindicatos tenemos un rol importante dentro de este contexto. No basta que la ley comente que no puede haber discriminación por cuestión de género: es darle realmente la oportunidad a las mujeres para que ingresen a laborar en igualdad de condiciones. En este sentido, faltan mayores programas de gobierno que incluyan servicios como guarderías, transporte y seguridad pública, porque cuando las mujeres salen de noche de los turnos la cuestión para asistir a trabajar se torna riesgosa.

Es importante, afirma Rodríguez: “A los sindicatos nos toca cuidar que las mujeres tengan esas facilidades de condiciones para que se puedan tomar esos cambios, esas responsabilidades. A los empresarios les toca dar las oportunidades y acatar lo que dice la ley. Las mujeres también tenemos que tomar la decisión de aventarnos a tomar esos roles, aventarnos a administrar nuestro tiempo, aventarnos a cambiar paulatinamente ese rol tradicional que se nos ha impuesto”.

Finaliza: “En una mujer hay mucha inteligencia, capacidad, estrategia, sensibilidad y honestidad. Difícilmente una mujer va a salir mal entregando cuentas. Solo falta que creamos más en nosotras mismas como líderes sociales”.