“LAS MUJERES PODEMOS CAMBIAR EL STATU QUO DE LAS COSAS”

Martha Mejía
Columnas
GABRIELA BERNAL

Gabriela Bernal Ibáñez, estudiante de Ingeniería Mecánica, ganadora del Premio Mujer TEC 2024 y CEO de Gama Construction, platica sobre los retos y el arduo trabajo que conlleva cambiar los paradigmas de una industria tradicionalmente liderada por hombres: la de la construcción.

—¿Por qué decidió impulsar Gama Construction?

—Se trata de mi emprendimiento, uno de los proyectos que más me apasionan. Gama Construction es una empresa que nació de la necesidad de reutilizar los residuos que ya existen en el medio ambiente y al mismo tiempo proporcionar una vivienda sostenible, pero también asequible. Nace de estas dos necesidades y las converge en una forma de construir en la que se transforman estos residuos en paneles para que puedan ser empleados por la industria de la construcción.

De esta forma, explica, “buscamos hacer más sostenible y viable, tanto económicamente como ambientalmente, la construcción, que es una de las industrias más contaminantes a nivel mundial y por ello se necesita un cambio radical”.

—¿Costó trabajo la decisión de ser CEO de su empresa?

—Sin duda ha sido un reto. Creo que esa es una de las decisiones que han tenido un costo de oportunidad, tal vez en otros ámbitos de mi vida. Estudiar la carrera de Ingeniería Mecánica, que es muy factual, requiere de mucha dedicación, entendimiento y sin duda de mucho tiempo.

En este sentido, dice Bernal, “ha sido un reto encontrar este balance entre la carrera y el emprendimiento, que requiere por otra parte hacerlo crecer; pero esta pasión y esta persistencia me motivan a seguir adelante”.

Como emprendimiento Gama fue seleccionado entre los 25 proyectos con mayor impacto a nivel mundial por The World Around en 2022; también ganó premios como Xignux Challenge.

Referente

—¿Cuáles son los principales retos que ha enfrentado?

—Algunas experiencias tienen que ver con el tema de discriminación, tanto por el color de piel como incluso por mis atribuciones físicas. En cuanto al tema profesional los retos han sido de tipo económico, ya que como es un emprendimiento se requiere invertir. En otras ocasiones la edad puede jugar un poco en mi contra, porque al ser joven piensan que no sabes nada. Y puede ser cierto de alguna forma, pero sin duda conocemos a las personas que pueden ir apoyando. En este sentido, he buscado rodearme de mucha gente que me sigue motivando y me comparte su experiencia, pero también me he encontrado a otras que me dicen “mejor dedícate a otra cosa, tu emprendimiento no va a funcionar”.

—¿Qué tan importante es la sororidad?

—Creo que juega un papel crucial, porque tener un referente de una persona que te pueda compartir esa experiencia, pero sobre todo acompañarte, es importantísimo. Obviamente, al pensar “si esta mujer logró hacer esto yo también puedo”, incluso si no existe este referente se puede decir “yo puedo ser la primera en lograrlo”. Por ello, queremos seguir cambiando el statu quo en cuanto a la relación de género, no solo en emprendimiento, sino en ciencias y también en la construcción, ya que es una de las industrias donde existe un porcentaje muy bajo de mujeres: queremos seguir abriendo brecha.

—¿Qué recomendación hace a otras jóvenes que quieran seguir sus pasos?

—Decirles que no están solas en este camino: así como yo, existen muchas mujeres que buscamos cambiar una industria o inspirar y romper las barreras que hay en mil campos más. Otra cosa: que a pesar de que existan retos, tanto del ámbito del género como en el social, no desistan, porque aun cuando sea un proyecto pequeño existe la oportunidad de que ese grano de arena tenga un impacto gigante en el mundo.