Actualmente tres de cada diez Pymes en el país son encabezadas por mujeres, pero solo 10% de ellas logró tener acceso a un crédito durante 2020 por lo que “ayudarlas a tener un financiamiento es clave para impulsar su crecimiento económico”, señala Guadalupe Marín, quien comparte detalles acerca de Efecto Emprendedora, una iniciativa para potenciar negocios que lideran mujeres.
“Nuestro propósito es impulsar la inclusión financiera y democratizar el dinero en América Latina. Para cumplirlo es necesario impulsar el emprendimiento femenino, porque no podemos hablar de democratización sin igualdad y no podemos hablar de igualdad sin equidad de género”, puntualiza.
—¿Por qué el interés en darle visibilidad y apoyo a las emprendedoras?
—Hay siete millones de Mipymes en Latinoamérica y la mitad las lideran mujeres. A raíz del boom del comercio en línea derivado de la pandemia por Covid-19 empezamos a ver que diversos estudios marcaban que la mayor brecha de educación financiera la tenían las mujeres. Fue entonces que empezamos a pensar qué más podíamos hacer.
Desde la plataforma en que trabaja, señala Marín, “les podemos vender un producto, un servicio que les sirve para comercializar; pero poder acompañarlas en el desarrollo y visión de su negocio va mucho más allá que cuidar el financiamiento. Es algo tan simple como saber qué es una tasa de interés cuando accedes a un crédito; entender qué es el ahorro; el manejo de una caja (chica); cómo hacer un presupuesto… Herramientas que quizá muchos consideren básicas, pero que en la realidad la mayoría de las mujeres que emprenden (muchas de ellas emprenden por necesidad y realizando múltiples roles) no entienden o no tienen claras”.
Becas
—¿Cuáles son los principales retos que enfrentan las emprendedoras?
—Me parece que los vinculados al ser mujer. La mayoría de las mujeres, sobre todo en estos segmentos de Mipymes, emprenden solas. Ellas tienen el reto de conciliar la vida y el desarrollo personal con el de sus negocios y con la vida familiar (como jefas de familia o cuidadoras); también intervienen factores como la autoestima. Muchas de estas emprendedoras son criadas en entornos donde no se les facilita creer en que pueden desarrollar un negocio, como si todavía las mujeres tuviéramos adjudicado un solo rol.
—¿En qué consiste Efecto Emprendedora?
—Los programas que lo conforman brindan las herramientas que requieren los emprendimientos de acuerdo a la etapa de desarrollo en la que se encuentren. A través de esta iniciativa ofrecemos mentorías y facilitación de contenidos para brindar capacitaciones sobre el ecosistema de comercio en línea con perspectiva de género, exploración del acceso al crédito para las candidatas del programa, inclusión de las Pymes e incorporación de las emprendedoras maduras al marketplace, así como generación de campañas de visibilidad de las emprendedoras y sus productos.
Este es el segundo año de la iniciativa. “En 2023 estamos lanzando de la mano de Pro Mujer y de Agora Partnerships dos mil 500 becas. El año pasado se formaron dos mil 600 mujeres. Prácticamente esperamos terminar este año con cinco mil mujeres formadas y que el programa siga, obviamente. Lo que hemos aprendido de la mano de ellas es que el acompañamiento de pares es quizás el factor más importante para que las emprendedoras se mantengan a la cabeza de sus negocios. Saber que hay más mujeres dispuestas a acompañarlas y a ayudarlas en este camino es el empujón que a veces necesitan”.