Dice la Mayo Clinic que la insuficiencia renal aguda ocurre cuando los riñones pierden de repente la capacidad de filtrar los desechos de la sangre y se abre la posibilidad de que se acumulen niveles nocivos de deshechos, lo que puede desequilibrar la composición química de la sangre.
Por lo general, la enfermedad de los riñones en su etapa inicial no presenta síntomas, ni signos. Por ello suele ser difícil de predecir o de prevenir. A veces se detecta a través de pruebas de laboratorio que se realizan por otros motivos.
La insuficiencia renal aguda, también llamada lesión renal aguda, se desarrolla rápidamente, por lo general en menos de unos días. Este mal puede ser fatal y requiere de tratamiento intensivo. Sin embargo, si se detecta en una etapa temprana es posible que se pueda tratar: se pueden tomar medidas para disminuir la velocidad de progresión y se puede prolongar la vida de los riñones.
Entre las personas con diabetes es común la enfermedad crónica de los riñones, pero debido a que el método empleado actualmente para conocer el nivel de hemoglobina glucosilada no evidencia el daño renal incipiente sino hasta que la afección tiene mayor avance, un grupo de científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrollaron una tecnología innovadora para el diagnóstico temprano del daño renal.
La doctora Guadalupe Cleva Villanueva López, investigadora de la Escuela Superior de Medicina (ESM) y titular del proyecto, dice a Vértigo que esta aportación se constituye como una innovación mundial porque además de detectar la hemoglobina glucosilada en sangre también determinará otras sustancias en plasma y orina que permitirán un mejor control de la diabetes y el diagnóstico temprano del daño renal.
Experta en Farmacología, explica cómo en un laboratorio clínico actualmente no es posible medir la hemoglobina glucosilada, creatinina, urea y proteínas con muestras tan pequeñas, porque simplemente no existe ninguna metodología que analice diversas variables en una sola muestra, sin tener que prepararla o destruirla.
Es así que la tecnología diseñada por este equipo de investigadores del Politécnico y el Cinvestav formaliza una relevante aportación, ya que al detectar dichas sustancias de forma temprana será posible evitar el desarrollo de insuficiencia renal y, como consecuencia, soslaya tratamientos invasivos como la diálisis o hemodiálisis.
Comprometida con diversas investigaciones sobre diabetes tipo 2 y prevención de insuficiencia renal crónica, sustenta que en una persona sana la hemoglobina no pasa a la orina, mientras que cuando inicia el daño renal empieza a filtrarse a la orina en mínimas cantidades, las cuales no son detectables con un estudio convencional, pero sí con la tecnología desarrollada a partir de la espectroscopia fotoacústica.
Cada riñón está formado por millones de filtros pequeños llamados nefronas. Con el tiempo los niveles altos de azúcar en la sangre causados por la diabetes pueden dañar los vasos sanguíneos de los riñones y las nefronas, y hacerlos dejar de funcionar como deberían. Muchas personas con diabetes, además, tienen presión arterial alta, lo cual también puede dañar los riñones.
Optimizar parámetros
Aproximadamente uno de cada tres adultos con diabetes tiene esta enfermedad. Por ello es muy importante que en el futuro inmediato se cuente con un software y un dispositivo que detecten de manera temprana (en al menos las etapas 1 y 2) el daño renal para que pueda ser tratado.
Cabe recordar que cada 24 horas 170 personas con diabetes comienzan tratamiento (diálisis o trasplante) para el fallo de los riñones. El daño renal representa un grave problema de salud pública en México y el mundo.
Al ser un trastorno de origen multifactorial y estar fuertemente asociado a las enfermedades crónicas de mayor prevalencia en nuestra población (diabetes e hipertensión), su impacto en el sector salud se refleja en la alta demanda de recursos humanitarios, económicos y de infraestructura que su tratamiento requiere. También es la segunda causa más importante de años de vida perdidos en Latinoamérica. Particularmente, el daño renal en la diabetes (nefropatía diabética) es la principal causa de insuficiencia renal.
En la parte técnica (cómputo, matemáticas) Alfredo Cruz Orea, experto en física del Cinvestav detalla que aun cuando la espectroscopía fotoacústica surgió a finales de los setenta todavía no es una técnica comercial, por lo que el dispositivo generado es pionero en su tipo. “Mediante el prototipo y un software que desarrollamos hemos realizado múltiples pruebas con resultados muy prometedores, ya que en un rango amplio del espectro de absorción óptico de la sangre podemos ver diferentes elementos indicativos de diabetes y daño renal”.
Indica que para analizar la muestra del fluido se coloca en una cámara de dimensiones milimétricas y a través de una ventana se le inciden pulsos de luz. Cuando absorbe la luz se calienta y entre pulsos se enfría. Por los cambios de temperatura en la muestra, en contacto con la capa de aire dentro de la celda, se producen variaciones de presión en este aire, lo que genera un sonido.
El especialista adscrito al SNI Nivel III expone que las variaciones de presión se captan con un micrófono diminuto y se amplifican generando el espectro de absorción óptico de la muestra en función de la longitud de onda de la luz incidente, que va desde el ultravioleta hasta el infrarrojo (regiones imperceptibles para el ojo humano), pasando por la región visible del espectro donde están el violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Finalmente, este espectro de absorción se despliega en una computadora.
El grupo de investigación actualmente analiza en qué longitudes de onda se registra mayor absorción de acuerdo con el nivel de glucosa. Esto permitirá establecer las diferencias para optimizar los parámetros. Además, se realizarán las adecuaciones necesarias para conseguir que el dispositivo sea portable y funcione con mayor rapidez debido a que los procesos ya estarán programados, de tal manera que en el mediano plazo se constituya como una herramienta accesible para los laboratorios de instituciones públicas y privadas.
Obtener la patente de la nueva tecnología y lograr su aceptación internacional a través de la Federación Internacional de Diabetes son metas del grupo de investigación. Para alcanzar tales propósitos se contará con la participación de especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), quienes contribuirán en la optimización y validación de la utilidad de la tecnología en 400 pacientes con diabetes y 400 voluntarios sanos.
De esa forma, se establecerá que la nueva técnica es más precisa que otras de uso actual en la cuantificación de la hemoglobina glucosilada y al medirse en la misma muestra y en orina variables que evalúan la función renal, como creatinina, urea y albúmina, ayudará a la detección oportuna del daño renal en pacientes con diabetes y en aquellos con condiciones de riesgo de nefropatía (hipertensión, aterosclerosis y enfermedades inmunológicas, entre otras).
Una vez que se obtenga el registro de derechos de autor —actualmente en trámite— del software creado para optimizar la evaluación del daño renal se buscará inscribirlo en la Asociación Americana de Nefrología (ASN, por sus siglas en inglés). Confía la doctora Villanueva que detener la progresión de esta enfermedad es uno de los desafíos científicos más cruciales. La posibilidad de obtener un diagnóstico prematuro de daño renal permitirá brindar tratamientos efectivos.

Al menos 14 millones con diabetes tipo 2
México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial por el número de personas que tienen diabetes mellitus tipo 2. Son alrededor de 14 millones de enfermos y en las siguientes dos décadas la cifra se podría duplicar, incluidas las complicaciones graves como el daño renal.
Necesitan revisar la salud de sus riñones, las personas afectadas por las siguientes enfermedades:
• Diabetes.
• Presión arterial alta.
• Enfermedad cardíaca.
• Antecedentes familiares de la falla de los riñones.