LOS MARAVILLOSOS 40

Cristopher Rivera
Columnas
LOS 40

Cuando un deportista profesional de alto rendimiento sigue en activo a los 40 años (que no es la mayoría) piensa más en el retiro que en seguir su camino. Es una etapa en la que muchas veces el atleta vive sus horas de vuelo más bajas, salvo aquellos que nacieron con un “don” especial de competencia, como el tenista mexicano Santiago González.

Santi, como le llaman sus amigos, precisamente es generación 1983. Ha llegado al cuarto piso y curiosamente está en el mejor momento de su carrera como tenista en la modalidad de dobles. Pero no le ha sido fácil: para llegar hasta este punto de ser el máximo exponente del deporte blanco mexicano tuvo que tomar decisiones muy puntuales y le cuento…

En el ya lejano 2001 González debutó como profesional de singles. Su buena estatura y presencia en la cancha era notable, tenía dinamismo, era aguerrido, pero por alguna razón los resultados no se daban como él y muchos esperaban. Le era difícil destacar en un momento en el que el tenis mexicano, como hasta ahora, se encontraba estancado, mucho por la incompetencia de su federación.

Como singlista de la ATP llegó a posicionarse en el lugar 155 del mundo. Quizás uno de sus momentos más destacados fue aquel torneo de Wimbledon de 2009 donde alcanzó la primera ronda, pero ahí lamentablemente quedó eliminado a manos del tenista israelí Dudi Sela. Sin embargo, aquel acontecimiento de verlo en primera ronda como singlista dentro de la Catedral del Tenis era un verdadero logro, puesto que en ese momento ver a un mexicano en esas instancias era casi un milagro. ¡Como hoy si ocurriera!

Cambio de aires

Llegó el momento para González de darle un rumbo diferente a su carrera, de optar por quedarse en el camino de la discreción o tomar la senda del protagonismo. Y fue en 2012 cuando decidió enfocarse 100% en la modalidad de dobles, esa que ya conocía y le fue enamorando: entre 2010 y 2011 obtuvo sus primeros títulos en los abiertos de Belgrado, Barcelona y Kitzbuhel.

Ahora, ya con once años como doblista, el nacido en Córdoba, Veracruz, ha conseguido 21 campeonatos, el más reciente el del Abierto de los Cabos junto a su pareja francesa Édouard Roger-Vasselin. Por cierto que este logro era una asignatura pendiente para Santiago, puesto que nunca se había coronado en México.

Curiosamente, a sus 40 años (edad a la que pensaba retirarse del profesionalismo) González está en su mejor versión: es número 13 del mundo y va por más, mucho más.

Por lo pronto, de seguir así, con este ritmo, es muy probable que mejore su ranking para poder ser elegible en la prueba de dobles masculinos y mixtos para los Juegos Olímpicos de París 2024.

Dicen que “viejos los cerros… y reverdecen”.