EL LSD

Sergio Pérezgrovas
Columnas
LSD

Me abrió los ojos. Solo usamos una décima parte de nuestro cerebro. ¡Solo piensa en todo lo que podríamos lograr si quisiéramos acceder a esa parte escondida! Sería un nuevo mundo si los políticos quisieran tomar LSD. No habría más guerra, pobreza, ni hambruna.

Paul McCartney

El ácido lisérgico, mejor conocido como LSD, es una sustancia descubierta por el químico suizo Albert Hofmann allá por el año 1938, cuando buscaba una sustancia análoga para estimular el sistema circulatorio. Sin embargo, hasta 1943, en Basilea, el científico pudo observar los efectos alucinógenos que tendrían gran repercusión en el famoso movimiento hippie, también llamado “el poder de las flores” en todo el mundo.

Según algunas investigaciones el alcohol y los opiáceos fueron los primeros sicoactivos utilizados para estimular la mente humana, esto alrededor del año 5000 a.C. El cáñamo (Cannabis sativa) se cultiva en China desde hace más de cuatro mil años.

El ejército estadunidense usó la droga del LSD con sus soldados para probar la resistencia al dolor y otros efectos durante la Guerra Fría, buscando contrarrestar un ataque químico y biológico por parte de los rusos. El uso de esta sustancia se les salió de control, causando grandes problemas de adicción entre sus tropas, que al regresar de la guerra de Vietnam causaron un gran problema de salud.

Durante la década de 1960 el LSD se convirtió en una popular droga urbana. El movimiento hippie promovía la revolución sexual y el amor libre; y utilizaban marihuana, LSD y otros alucinógenos, como hongos silocibios y peyote, tanto con fines recreativos como en algunos casos con un enfoque espiritual.

Es aquí donde se acuñó el término Baby boomer, que incluye a aquellos nacidos al término de la Segunda Guerra Mundial hasta aproximadamente 1968. Esta generación tendía a romper con las convenciones establecidas y los jóvenes se rebelaban contra sus padres, lo que se reflejaba en la música, el cine y la moda.

A finales de los sesenta el uso de LSD en Los Ángeles era tan común, que se decía que 56% de la juventud consumía ácido, lo que llevó a una transformación en el lenguaje y en las costumbres. Al día de hoy algunos de estos boomer aún se refieren a un saludo como “¿Qué onda?” o “¿Qué hongo?”, haciendo referencia a los viajes realizados con sustancias sicotrópicas. ¿Es, entonces, el uso de las drogas algo malo?

Considerando la cantidad de ejemplos de creatividad estimulada por ellas, es una pregunta retórica que no tiene una solución definitiva ya que, por otro lado, ha causado la muerte de millones de personas en el mundo.

¿Has usado alguna droga? Yo prefiero que mi locura sea natural, sin sustancias. Cada quien lleva su vida como mejor le parezca, ¿no crees?

Viaje

En una habitación de la colonia Condesa había unos jóvenes consumiendo LSD. Llevaban muchas horas en eso cuando uno de ellos perdió el control y con unas tijeras mató a uno de sus compañeros de fiesta. Le asestó el golpe justo en el cuello, en una de las dos carótidas izquierdas, y la sangre brotaba como si fuera una fuente.

Todos en la habitación reían a carcajadas, pensaban que era parte de lo que estaban alucinando. Alguien llamó a la policía debido a los gritos desaforados que se escuchaban en todo el edificio.

Cuando Tris llegó el joven ya estaba frío y el asesino mantenía las tijeras en la mano. Tris, con un movimiento, logró quitárselas. El joven no reaccionaba, estaba ausente, muy ido. Se llevaron a todos a la comisaría.

Tris se quedó un momento y vio en una de las mesitas de la sala un polvo cristalino, blanco e inodoro. Sabía lo que era. Tomó una muestra y la llevó al laboratorio. En la sala de interrogación, cuando el buen Tris le preguntó al homicida, este contestó muy tranquilo:

—En mi viaje vi que a mi compañero le estaban saliendo unos animales verdes y rojos por el cuello. Lo que hice fue apartarlos y tratar de cortarlos, ya que se lo estaban comiendo. Él no hacía nada para quitárselos. La verdad es que no lo quería matar, al contrario, lo que buscaba era salvarlo.