MEJOR EDUCACIÓN

“El país sufre un paro de la CNTE que afecta a 1.2 millones de estudiantes”.

CNTE
Sergio Sarmiento
Columnas
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Hoy más que nunca México necesita una educación de calidad. La competencia en el mundo se vuelve cada vez más intensa y es claro que los países con mayores posibilidades de crecer y generar prosperidad son los que tienen una población más preparada. México no solo se está quedando atrás, sino que el gobierno ha eliminado casi todos los instrumentos de medición indispensables para mejorar la calidad de la educación.

En 2022 el país con mejor desempeño educativo del mundo en las pruebas de PISA, el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, fue Singapur con primeros lugares en las tres categorías: 575 en matemáticas, 561 en ciencias y 543 en comprensión de lectura.

No sorprende que esta pequeña nación, que en 1970 era bastante pobre, se haya convertido hoy en la más próspera de Asia y una de las más ricas del planeta: la educación de calidad es un factor importante en la construcción de un país próspero.

México siempre ha tenido malos desempeños en las evaluaciones educativas, pero hubo un momento en que empezamos a mejorar.

El país comenzó a participar en las pruebas PISA en 2000, cuando nuestro nivel de comprensión de lectura fue de 422 puntos; se desplomó a 400 en 2003; pero para 2009 ya había subido a 425. Sin embargo, ha bajado desde entonces al 415 de 2022. En matemáticas pasamos de 385 en 2003 a 419 en 2009, pero ahora hemos caído a 395. En ciencia subimos de 410 en 2006 a 419 en 2018, para descender al 410 de 2022.

No sorprende así que México, que tenía en 1970 un PIB per cápita de 699 dólares contra 925.8 de Singapur, haya registrado en 2023 un nivel de apenas 13 mil 790 dólares mientras que Singapur alcanzaba los 84 mil 734. Algo están haciendo bien en Singapur que nosotros no hemos empezado a entender, mucho menos a aplicar.

Rezago

Lo peor es que el gobierno ha estado tratando de eliminar todos los instrumentos de medición de la calidad de la educación. En 2019 Andrés Manuel López Obrador puso fin a las pruebas para maestros que fueron parte fundamental de la reforma educativa de 2013. Eliminó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y lo sustituyó por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), un organismo sin autonomía, pero que de todas formas Claudia Sheinbaum extinguió en noviembre de 2024. Hubo un intento de frenar la participación de México en las pruebas PISA de 2025, pero el gobierno se vio obligado a aceptar que se aplicaran. Habrá que ver el resultado… y si no tratan de falsearlo.

En estos días el país está sufriendo un paro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que ha afectado a por lo menos 1.2 millones de estudiantes en varios estados.

La CNTE, que ha sido aliada política del gobierno y de Morena, pide un aumento de 100% en sueldos y una enmienda al sistema de pensiones que permita a los maestros retirarse con 100% de su salario a los 30 años de servicio para los hombres y 28 para las mujeres. La mayoría se jubilaría antes de los 55 años. Los actuarios advierten que el regreso a este sistema quebraría al Estado mexicano.

Lo importante es que ni la CNTE ni el gobierno se interesan por la calidad de la educación. Los paristas quieren dinero, sin importar que no den clases. La única iniciativa que le conocemos al secretario de Educación, Mario Delgado, ha sido prohibir los alimentos y bebidas de alto contenido calórico en las escuelas. Nadie quiere evaluar a alumnos o maestros, pero sin mediciones es imposible mejorar la calidad de la educación. Con razón México se rezaga cada vez más.

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