Diputados de la Ciudad de México habrán de legislar para mejorar las condiciones laborales de los médicos residentes en los hospitales del sistema público de salud con el propósito de que se respeten los derechos humanos, educativos y laborales de este sector, que enfrenta una deficiente gestión y falta de homogeneidad de protocolos en la incidencia de malas prácticas durante su actividad en clínicas y hospitales.
El diputado morenista y vocero de ese grupo parlamentario, Paulo García González, presentó dos iniciativas que buscan proteger los derechos humanos y laborales de los residentes en hospitales, internamiento de pregrado, servicio social, especialidad y posgrado del sistema público de salud.
“Entre las muchas problemáticas que enfrenta el sector salud para la formación, contratación y promoción de médicos especialistas destaca la limitada cantidad de plazas de nueva creación, así como la distribución, que no permite dar una cobertura total en el territorio, factores que limitan los centros de atención a la salud y concentran los hospitales de especialidad en los grandes centros urbanos, reduciendo la cobertura nacional de los servicios de salud”, explicó el legislador.
De gran importancia son las modificaciones propuestas, porque desde hace varios años los médicos residentes se quejan de las cargas de trabajo que padecen durante su servicio en las clínicas y hospitales, sin ninguna remuneración; por el contrario, son castigados por diversos motivos que no está a su alcance solucionar.
A ello hay que agregar la falta de espacios adecuados para descansar y el hecho de que los alimentos no son los mejores para la actividad que realizan por tantas horas.
Es justo proteger a estos médicos que se especializan en distintas áreas. ¡Ya veremos!
Reconoce García que “a eso se suman deficientes salarios e irregularidad contractual de muchos médicos y demás personal bajo la coexistencia de hasta tres distintos escalafones técnico administrativos. También el burocratismo, la sobrecarga laboral, la falta de mantenimiento y el deterioro de las instalaciones, del equipo, insumos y medicamentos, así como el incremento de la violencia, que también alcanza a médicos y personal de hospitales”.
Qué bueno que no duda en aceptar que todas las denuncias en el sentido de las malas condiciones de trabajo que padecen los residentes, tanto en clínicas como en hospitales, se deben atender para contar en el futuro con mejores grupos de especialistas en el sector salud de la Ciudad de México, porque cuando trasciende la violencia con que son tratados enseguida tratan de desacreditar las versiones, pero en realidad se da. De ahí la importancia de las iniciativas presentadas, se advierte.
“Entre los factores desfavorables están igualmente una deficiente gestión y la falta de homogeneidad de protocolos en la incidencia de malas prácticas dentro del gremio médico y su gestión dentro de clínicas y hospitales, en sus tres niveles de atención. Los profesionales de la salud están sometidos a malos tratos desde el inicio de su formación, conforme sus estudios progresan, según la Encuesta Nacional de Médicos en Formación 2021, aplicada a dos mil 458 médicos en formación”, dice el diputado.
Los malos tratos a los médicos residentes o en formación no es algo nuevo: es un tema que se no se ha querido tocar y esos futuros especialistas han soportado hasta acoso sexual y otros agravios, tanto en la universidad como en clínicas y hospitales de su adscripción, motivo por el que están propensos a sufrir síntomas de desgaste laboral que los pueden llevar al suicidio. ¡Muy grave!
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que se dice que diputados albiazules exhortaron a la Secretaría de Obras y Servicios a resolver de manera inmediata el problema de baches, socavones y hundimientos en las vialidades primarias, porque no merecemos vivir así cada época de lluvias. La propuesta no busca reconocimientos políticos sino resultados medibles en el corto plazo. Porque los baches ponen en riesgo la vida de automovilistas, motociclistas y no se diga de quienes andan en bicicleta. ¡Vaya que urge!