METAVERSO CONTRA SISMOS EN RED DE DISTRIBUCIÓN DE GAS

J. Alberto Castro
Columnas
METAVERSO SISMOS GAS

Hay muchas definiciones de metaverso, las cuales entienden esta tecnología de distintas maneras. Mark Zuckerberg, por ejemplo, cree que el metaverso es el sucesor del internet móvil y que será un ambiente sostenible en tiempo real y sin restricciones donde los usuarios tendrán acceso a muchos dispositivos diferentes. “En lugar de ver contenido, estás en él”, fue su explicación.

David Baszucki, CEO de Roblox, ve a su vez al metaverso como un espacio virtual en el que las personas pueden pasar mucho tiempo porque ahí trabajan, estudian y se divierten.

Según Eric Redmond, director de Innovación Tecnológica en Nike, el metaverso ha superado la brecha física y digital entre la realidad y la RB (realidad digital).

Tom Allen, fundador de The AI Journal, describe al metaverso como un universo virtual de crecimiento exponencial donde las personas pueden crear su propio mundo y aplicar la experiencia y los conocimientos del entorno físico a discreción.

Por su lado, los autores de Metaverso. Cómo la web3 impulsa un nuevo mundo digital, Jianing Yu y Ciara Sun, van más allá y asientan: “Pensamos que el metaverso es un nuevo espacio digital en el que la raza humana desarrollará su estilo de vida en el futuro. Abarca un lugar expansivo en el que todos podrán participar, olvidarse de las restricciones del mundo físico, ser mejores y maximizar su propio valor”.

Además, sintetizan: “Inicialmente dijimos que una definición más sencilla podría ser la siguiente generación de internet, la web3”.

A nivel mundial empresas y universidades están interesadas en el internet de tercera generación que es el metaverso e incluso se dan casos en que instituciones de investigación colaboran con emprendedores tecnológicos empeñados en crear estos espacios digitales avanzados en el que las tecnologías de punta hacen posible la comunicación, la colaboración y la creatividad.

México no es ajeno a esta búsqueda. Por ejemplo, el Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló con la empresa Naturgy el primer metaverso dirigido al control virtual del Sistema de Interrupción del Suministro de Gas por Emergencia Sísmica (SISES), que monitorea y controla a todo el Valle de México para ejecutar cierres estratégicos e “inteligentes” ante posibles eventos naturales que pudieran poner en riesgo a la población.

El prototipo y modelo se integró en la Coordinación de Geotecnia del II y es una fusión integrada de tecnologías de punta como el Blockchain, la Inteligencia Artificial (IA), la 5G, big data, computación en la nube y de borde.

Por supuesto, constituye una de las medidas tecnológicas más avanzadas a nivel mundial para incrementar la confianza de los organismos gubernamentales y de los propios consumidores en los sistemas de suministro de gas.

El metaverso de la UNAM utiliza técnicas cognitivas de categorización geosísmica detallada y criterios difusos de ejecución en los puntos estratégicos de control o válvulas sísmicas; es un método de emergencia que genera respuestas “flexibles” de corte de suministro en las áreas severamente dañadas y garantiza la continuidad en las menos afectadas.

La responsable del proyecto, Silvia Raquel García Benítez, detalla a Vértigo que a la universidad nacional le interesa generar prototipos sociales aplicables, como es el metaverso dirigido a la administración de un sistema de distribución de gas.

Respecto del proyecto en colaboración con Naturgy, explica que al metaverso se suman dos elementos: un cerebro inteligente que determina si el movimiento o las condiciones de flujo sobrepasan fronteras de seguridad georreferenciadas y un arreglo de instrumentos de monitoreo, procesamiento y control al que el cerebro envía las órdenes de actuación.

Además, este avanzado sistema inmersivo genera reportes de la situación de las tuberías y válvulas (envío automático desde el punto en superficie a las oficinas administrativas), para tomar decisiones eficientes sobre el momento y las zonas a las que deben ser enviadas las cuadrillas de operación para verificar las condiciones y los posibles daños en la red de distribución.

Como si fuera un videojuego los operadores del sistema, a través de los óculos del metaverso, pueden observar en tiempo real la infraestructura de las estaciones de suministro y de toda la red, que cuenta con mecanismos de cierre y transmisión de datos automáticos, lo que permite determinar la interrupción y/o apertura de las válvulas de seguridad desde entes externos.

La experta sostiene que el metaverso hace posible que si el sismo sucede y durante el movimiento se rebasan las fronteras seguras el sistema genera el cierre en un lapso suficientemente corto para asegurar la integridad de las instalaciones (de la red y domésticas). Este cierre no es posevento, como lo hacen algunos sistemas en otras grandes urbes.

Prototipos

“Este modelo de metaverso que anima el mecanismo de cierre y monitoreo es único en el mundo. Lo hemos implementado por primera vez en México y esperamos que tenga repercusión en entidades federativas sometidas a riesgos naturales de otra índole, pero cuya necesidad central es el suministro de gas o de otras sustancias peligrosas, en condiciones seguras”, revela.

Adentrada en fenómenos geotécnicos y sísmicos y dinámica de suelos, la doctora García considera que el metaverso es el futuro y se puede aplicar en crear prototipos para controlar redes de distribución del agua enfocados en garantizar su perfecto funcionamiento, detección de fugas y mantenimiento.

El potencial del metaverso no se limita solo a transacciones financieras o videojuegos, sino que se extiende a una amplia gama de aplicaciones, incluyendo edificios conectados.

Una de las aplicaciones más emocionantes del metaverso en la construcción es la creación de gemelos digitales. Un gemelo digital es una representación virtual de un edificio físico que almacena información detallada sobre su diseño, estructura y funcionalidad.

Al conectar el gemelo digital al metaverso se crea un registro inmutable y transparente de todos los cambios realizados en el edificio a lo largo de su ciclo de vida. Esto facilita la colaboración entre arquitectos, constructores y propietarios, y permite un seguimiento preciso de los procesos de construcción, mantenimiento y gestión.

De acuerdo con la doctora en geotecnia ya hay Apps para celular y metaverso que advierten sobre pérdida de verticalidad en edificios y casas habitación. También pone de ejemplo una aplicación de esta misma tecnología que fue creada por la UNAM para la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX dirigida a brindar apoyo a los habitantes que autoconstruyen sus viviendas y requieren la asesoría de ingenieros, planos e instrucciones que garanticen una casa más segura.

Finalmente, la universitaria propone imaginar un gemelo digital de metaverso de la Línea 9 del Metro para saber en qué momento harán falta las tareas de mantenimiento; cómo la dinámica de suelos y eventos sísmicos impactan su estructura; una réplica virtual de un aeropuerto para conocer cómo se comportará el público ante un incendio; incluso el Trolebús elevado puede administrarse desde el modo virtual.

Ese es el plan de la UNAM para crear prototipos de utilidad social en metaverso.

Más del metaverso

Citibank predice que el metaverso alcanzará un valor de 13 trillones de dólares para 2030 (como referencia, esa cantidad es cercana al PIB actual de China).

De acuerdo con datos del informe Impacto económico global potencial del metaverso, realizado por Analysis Group, se espera que en la siguiente década el metaverso aporte 5% del PIB de Latinoamérica, puesto que es un espacio que se puede aprovechar desde el ángulo técnico, pero también desde la infraestructura, las narrativas e incluso la filosofía.

Neal Stephenson acuñó el término metaverso en su novela de 1992, Snow Crash.