En Azcapotzalco, el liderazgo de la alcaldesa Nancy Núñez se sostiene en calle, gestión y una agenda nítida de igualdad: originaria del pueblo de Santa Bárbara, su trayectoria —forjada en organizaciones vecinales y estudiantiles, en cargos locales y en la administración pública— la sitúa como una de las voces que impulsan la agenda de mujeres desde el territorio.Con más de dos décadas de experiencia en el servicio público, destaca su trabajo como diputada local en el Congreso de la Ciudad de México. “Antes era tal vez muy estigmatizado; decían, ‘ah, feminista, está contra los hombres’. Y no, es decir, ser feminista es buscar una igualdad de nuestros derechos, no queremos más, pero tampoco queremos menos. Y cuando llegué al Congreso la verdad es que encontré mujeres extraordinarias”, recuerda.
Desde aquella trinchera luchó por los derechos de millones de mujeres con un grupo de diputadas, “compañeras que estuvimos juntas, arropándonos; decíamos, ‘si presentas una iniciativa tú, nosotras te acompañamos’; y eso daba más fuerza, porque a veces no es fácil que los diputados hombres acepten aprobar temas como menstruación digna, violencia vicaria o la despenalización del aborto. Hemos luchado muchas mujeres por que se elimine el aborto del Código Penal, por ejemplo”.
Hoy, desde la alcaldía, Núñez impulsa un modelo de atención integral con perspectiva de género. “Hemos estado trabajando en disminuir la violencia de género. Todos los días en el gabinete de seguridad revisamos si se apertura una carpeta de investigación de alguna mujer que sufrió violencia familiar y le damos acompañamiento. Se designa una patrulla especializada, con elementos capacitados para atender la violencia hacia las mujeres. No descansamos hasta que la mujer en cuestión esté a salvo y decida denunciar”.
Visión de liderazgo
La atención a la violencia no es su único eje. Núñez impulsa la autonomía económica de las mujeres como herramienta de prevención. “Muchas mujeres no dejan su círculo de violencia porque no tienen un sostén; dicen, ‘yo cómo voy a dejar a mi pareja aunque me haga esto y esto, cómo voy a salir adelante’. Ahora no están solas; pueden aprender una actividad económica; ya vamos con nuestra segunda generación de oficios no tradicionales, nuestra segunda generación de mujeres plomeras; ya lanzamos mujeres carpinteras y mujeres que cuidan”.
En su gestión el acompañamiento institucional es clave. “Las mujeres a veces no saben a dónde ir. Lo primero es, ‘voy a la alcaldía’. Antes las rebotaban: ‘No, no es aquí, vete a la fiscalía’, o ‘vete con un juez’. Ahora desde nuestra unidad de primer contacto, desde la alcaldía, damos un acompañamiento y una orientación a las mujeres que sufren alguna situación de violencia”, explica.
Su administración también fortalece la igualdad al interior del gobierno local. “Tenemos incluso un gabinete de igualdad de género, donde no solo es que exista un área, sino transversalizar la perspectiva de género en todas las áreas. Al interior de la alcaldía no se permite ningún esquema de violencia o acoso”.
Con enfoque en la formación y el servicio público, Nancy puntualiza: “Hacemos mucha vinculación con organismos internacionales, con academia, para que se capaciten nuestros funcionarios. Ser funcionario público, ser servidor público no es de título: es servir a la gente”.
Su historia personal también marca su visión de liderazgo. “Enfrentamos muchos retos las mujeres. Cuando me preguntan cuáles son los retos, respondo que primero, ser mujer; en mi caso creo que a veces hasta ser joven. Cuando nos lo proponemos, cuando luchamos, cuando trabajamos y nos acompañamos de más mujeres, podemos llegar”.
Y concluye con una definición clara de su forma de gobernar: “Me llevo a toda la estructura a caminar las calles, a tocar casa por casa, a rescatar parques, a hacer lo que nos toca. Quien quiere ser parte de mi gobierno tiene que ser todoterreno. Las mujeres tenemos no solo que llegar, sino además demostrar que podemos. Y por eso estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo”.
En una alcaldía marcada por contrastes y desafíos urbanos Nancy Núñez apuesta por una gestión que combina atención social, disciplina administrativa y cercanía con la gente. Su experiencia legislativa se traduce hoy en resultados concretos y en una política pública con perspectiva de género que busca resolver, no solo atender. En su ejercicio de gobierno, el territorio no es un discurso: es el punto de partida.

