El deporte mexicano no se destaca por tener unión: eso de trabajar en equipo, empatar criterios e ir por el mismo camino no es su fuerte. La realidad es que cada uno ve por lo suyo y prefiere ser cuidadoso de sus formas de operar, pues en muchas ocasiones las malas obras son las que trazan sus rumbos.
Sin embargo, me gustaría decirles a los diferentes presidentes de federación y altos dirigentes del deporte de este país que hoy se está dando la inmejorable oportunidad para darle vida a ese famoso dicho que dice: “La unión hace la fuerza”.
¡La base son los buenos resultados!
Por ejemplo, el deporte acuático mexicano atraviesa por un gran momento, particularmente en los clavados, al grado de que los chinos hoy nos consideran uno de sus principales oponentes. Sin embargo, con los chinos no existe riesgo alguno para que sus proyectos en dicha disciplina se desmoronen, pues son excesivamente disciplinados y pulcros en sus formas de trabajar; y con el equipo mexicano, a pesar de que se atraviesa por una reestructuración que luce positiva en deportes acuáticos, aún quedan sensaciones de que algo puede hacer temblar la estructura de lo que con mucho trabajo se ha logrado estabilizar.
En este sentido, espero que jamás exista en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) ese criterio de favoritismo entre deportistas y entrenadores, solo porque a algún nadador o clavadista se le ocurrió preguntar o pelear por sus derechos; o peor aún, por señalar lo que a su consideración se está haciendo mal.
Según entiendo, en la descentralización que se trabaja en los deportes acuáticos todos los deportistas tendrán libertad de expresarse con las formas indicadas dentro de su entorno y fuera de él.
Por otro lado, no perdamos de vista que el golf mexicano sigue dando buenas noticias; por ejemplo, la de hace algunos días en la persona de Emilio González, quien ganó el Albertsons Boise Open del Korn Ferry Tour, la gira de ascenso de la PGA Tour.
Camino
Es importante destacar que la Federación Mexicana de Golf ha trabajado de manera impresionante en los últimos años. Es un modelo a seguir.
En el tenis hay jugadores que con esfuerzos individuales le han dado presencia a México en el plano internacional. Aquí destaco fundamentalmente a Renata Zarazúa y Rodrigo Pacheco.
Y así me puedo ir con otras disciplinas y deportistas que destacan por su buen trabajo.
Entonces, me pregunto: ¿no es hora de aprovechar este buen momento de resultados para crear juntas de trabajo entre federaciones y dirigentes para trazar un mismo camino hacia el éxito?
Déjenme compartirles que alguna vez, hace muchos años, para ser exacto en 2014, tuve oportunidad de conocer cómo trabajan en la Subdirección de Deportes en España, que es la que supervisa a las Federaciones Deportivas Españolas. Y una de sus virtudes es que de manera periódica todas las Federaciones se reúnen para empatar criterios, compartir fórmulas de éxito y sugerir ideas. Y también, un detalle no menor: entre todas las federaciones españolas ponían sus estados financieros sobre la mesa para demostrar el manejo correcto de los recursos. A eso le llamo unión y hoy España es potencia mundial en deportes.
Y entonces, aquí, ¿qué esperan para cerrar filas?