EL CINE

Sergio Pérezgrovas
Columnas
CINE

Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado.

Stanley Kubrick

Se considera que el nacimiento del cine ocurrió en 1895, cuando los hermanos Auguste y Louis Lumière presentaron su primera película, intitulada La salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon, en el Salón Indio del Café de París.

En México, Bon Bernard y Gabriel Veyre introdujeron el cinematógrafo y comenzaron a mostrar pequeños fragmentos de las “vistas” del general Porfirio Díaz montando a caballo o paseando en la calle de Plateros, en el sótano de la droguería número 9, que hoy es Madero (el nombre de la calle lo cambió Pancho Villa).

Fue hasta 1931, con el estreno de Santa, que tuvimos la primera película mexicana con sonido.

La primera película de ficción filmada fue El viaje a la luna, de Georges Méliès, y la primera película a color fue Árboles y flores, de Disney y dirigida por Burt Gillert en 1932, gracias a la invención del Technicolor en 1916.

Hasta la fecha se han realizado un total de 342 mil películas. Si vieras una película al día te llevaría 936 años verlas todas. Si vieras dos diarias te tomaría 498 años. Si fueran diez películas al día desde que naciste, tardarías 93 años, aunque probablemente terminarías agotado o, al menos, con una experiencia similar al personaje de Alex que interpreta Malcolm McDowell en la película de Kubrick, La naranja mecánica.

Además, el cine educa, transforma, deseduca, muestra lugares, países y formas de vida, siendo uno de los entretenimientos más vistos en el mundo después de la televisión, por un gran porcentaje de la población internacional.

En México la industria cinematográfica generó tres mil 700 millones de pesos en 2022, según cifras de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).

Aquel mismo año los cines recaudaron más de doce mil 27 millones de pesos en taquilla y se vendieron 70 millones de boletos en todo el país, con alrededor de siete mil 525 salas de cine en todo el territorio nacional.

Respecto de las remuneraciones, un director en México gana entre ocho mil y 37 mil pesos mensuales, mientras que un guionista recibe 14 mil pesos al mes. Los actores no muy conocidos ganan alrededor de ocho mil pesos. En Estados Unidos el actor que más ganó este año fue Tom Cruise, con 13 millones de dólares por una película. Esto demuestra que el cine es un negocio a nivel mundial, aunque hay excepciones, ya que en México principalmente beneficia a las exhibidoras, que se llevan 41% de cada peso de taquilla, mientras que las distribuidoras obtienen 35% y el Estado cobra 3% de lo recaudado.

En resumen, los productores recuperan solo alrededor de 21 centavos por cada peso invertido y muchas producciones nacionales no logran recuperar su inversión.

Paradojas

Tristán solía ir al cine todos los miércoles, a veces acompañado de Lorenza y a veces solo, dependiendo de la violencia de la película que proyectaran. En esta ocasión fue a la función de las diez en un cine cercano a su casa, sin compañía, debido a que había escuchado que la película era muy violenta.

Se sentó en su asiento asignado y a su lado había un hombre de mediana edad disfrutando de una enorme bolsa de palomitas y una bebida. La película comenzó puntualmente, la sala estaba semivacía, ya que era tarde.

La película en cuestión era John Wick 4, con el actor Keanu Reeves, quien siempre tenía la misma expresión mientras mataba a personas o besaba a una chica.

En una de las secuencias más memorables, con una balacera espectacular, Donnie Yen, quien interpretaba a Caine, un ciego con poderes sobrenaturales que esquivaba las balas como si fueran palomitas del vecino, disparó un tiro que impactó justo entre los ojos del hombre sentado en el asiento junto a Tristán.

Si Tristán no hubiera estado allí no lo habría creído, pero toda su vida había estado llena de eventos aparentemente inexplicables desde un punto de vista racional.

El vecino murió instantáneamente, y cuando Tristán revisó el saco del difunto encontró su pasaporte, que revelaba el nombre: Vincent de Gramont, el mismo nombre del marqués que intentaba asesinar a John Wick en la película.

Paradojas de la vida, Tristán sabía que nadie en la zona le creería.