NECESITAMOS MÁS CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Víctor Sánchez Baños
Columnas
CIENCIA TECNOLOGÍA

Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo.

Napoleón Bonaparte (1769-1821)


Recientemente me invitaron a un encuentro de estudiantes entre México —concretamente habitantes del estado de Nuevo León— y Texas, en Austin. Con tristeza aprecié que a pesar de tener recursos económicos importantes muchas instituciones de enseñanza media y superior mexicanas no alcanzan los niveles de desarrollo de sus pares en uno de los estados más importantes de la Unión Americana. La novena economía del mundo.

No nos sorprende. Cuando no hay recursos suficientes para impulsar desde el sector público áreas relevantes de la investigación científica, tanto en escuelas como empresas, y lo que es más importante con acceso a la sociedad, tenemos que pagar millonadas por tecnología.

Hoy estamos maravillados por los alcances de la Inteligencia Artificial (IA), pero pocos saben lo que será el futuro inmediato de la computación, lo que las computadoras cuánticas representarán para los seres humanos.

Para el consumidor mexicano tiene ahora un elevado costo —para un consumidor normal y corriente—, pero en pocos años esa tecnología será la que utilicen todo tipo de empresas y personas para tener acceso a una eficiente y rápida administración de datos.

No solo necesitamos becar a miles de jóvenes compatriotas para que estudien y se capaciten en las mejores universidades del mundo: necesitamos crear nuestra propia tecnología y evitar la dependencia que nos ha impedido desarrollar por décadas.

A través de la historia de México grandes potencias en materia tecnológica nos mantienen dependientes. Ellos invierten en ciencia y tecnología. Vemos a India, que destina 2.1% de su PIB en ese rubro; Corea, con 2.4%; o Singapur, con 1.8 por ciento.

El Índice Mundial de Innovación 2022 establece que Suiza, Estados Unidos y Suecia lideran la clasificación; China se acerca al puesto diez; hay un ascenso rápido de India y Turquía.

Por eso vemos trenes de muy alta velocidad; de los japoneses, aparatos de alta tecnología para tratamiento de enfermedades mortales; de Estados Unidos, infinidad de inventos para hacer más cómoda y práctica la vida cotidiana.

Así podemos seguir en todas las materias. Francia y Alemania, por ejemplo, van tan rápido en el rubro farmacéutico, que ni el polvo les vemos y pagamos cara la investigación por la salud.

De acuerdo al Global Innovation Index 2022 en Latinoamérica avanzan Brasil y Chile; caen México y Argentina; el resto no existe.

No se trata de hacer comparaciones inútiles. Se trata de que nuestro Poder Legislativo se ponga las pilas y destine recursos etiquetados —para evitar que los políticos metan la mano— para impulsar la ciencia, la tecnología y el desarrollo de todos los mexicanos.

No es mucho pedir.

Dinero

Cumplió doce años la planta de Mazda, que en México preside Miguel Barbeyto, en Guanajuato. En 2014, cuando se construyó a una velocidad espectacular, era la planta más grande de esa empresa fuera de Japón. Por cierto, no han anunciado planes de crecimiento, aunque sabemos que en otras naciones plantean abrir líneas de producción de vehículos eléctricos.

Responsabilidad Social y Gobernanza Bajo el liderazgo de Enrique García Gamboa, AlEn, propietaria de las marcas Cloralex, Pinol, Ensueño y Eficaz, entre otras, con su socio CHEP México, que gestiona y transporta mercancías por medio de pallets compartidos y reutilizados, siguen una estrategia de sostenibilidad y economía circular para reciclar más plástico del que producen. Ambas evitaron en 2022 generar más de 18 mil 700 toneladas de emisiones de CO2.