¿Quién no se ha preguntado cuál es el secreto para ser feliz? Durante años científicos, filósofos y religiosos han estudiado esta aspiración natural del ser humano y han brindado diversas herramientas para lograrlo, pero “gracias a la sicología positiva hoy sabemos que la felicidad no es un lugar al que se llega o un destino que se conquista: es en cambio el resultado de un proceso activo que sobre todo las mujeres debemos realizar todos los días (ya que estamos más expuestas al burnout o síndrome de desgaste profesional) para llegar al pleno autoconocimiento y la realización personal”, señala Nora Taboada.
Escritora, coach ejecutivo y consultora en liderazgo consciente, Taboada dice que su nuevo libro, Felicidad activa, es una guía para lograr una vida más plena a partir de siete estrategias que al ponerlas en práctica ayudan a fortalecer el autoconocimiento y concentrarse en aquello que sí está bajo nuestro control.
“La felicidad se construye y es resultado de hábitos, de decisiones, de conocimiento interior, de fortalezas y aspiraciones; de lo que se puede aportar. Por eso es una felicidad activa, porque es un proceso dinámico y activo al que hay que comprometerse”, indica.
—¿Cómo las mujeres podemos alcanzar esta felicidad activa?
—Cuando hablamos de mujeres hablamos además de ciertos roles. En este sentido, debemos estar conscientes de que las investigaciones científicas señalan que las mujeres somos más susceptibles al burnout: nos quemamos más rápido.
Por ello, agrega, “hay que dividir la respuesta en dos partes: una es cómo cuidar y prevenir ese estado de burnout; y, otra, cómo alcanzar tu flourishing o funcionamiento óptimo”.
La idea es cómo romper los ciclos del estrés a través de ejercicios, conexiones emocionales y de ciertas cuestiones que nos hagan salir de ahí. En este sentido “el libro tiene estrategias muy claras para que puedas empezar este viaje hacia la felicidad. La primera estrategia consiste en entender qué es felicidad a nivel científico. Como mujer te tienes que plantear qué rol juega tu trabajo, tu familia, y así con cada uno de los roles de tu vida; cuáles son metas que te harían sentir plena. Todas son respuestas personales y subjetivas. Cada mujer tiene que plantearse qué es lo que la llevaría a este nivel de satisfacción de vida; es decir, ¿cuál sería mi vida ideal?, ¿cuál es la actual? y ¿cuál sería el plan para llegar a ello?”
Emociones
El siguiente punto, señala, “es procurarse más emociones positivas. Son positivas porque los estudios han demostrado que en positivo el cerebro funciona 31% mejor que cuando está en negativo o neutro. Las emociones positivas nos expanden, iluminan otros centros de aprendizaje y empiezan a construir nuevos canales neuronales que te vuelven más creativos; en este sentido, como mujer es muy importante que entiendas el poder de tus pensamientos y ese diálogo interior que tienes todos los días”.
La última parte de la fórmula es: “Menos emociones negativas. Es verdad que hay días que te levantas con una tormenta emocional. Por ello es importante saber autorregular esas emociones; por un lado, es reconocer esos pensamientos negativos porque van creando tu realidad; y, por otro lado, tomar acción para modificar y salir de ellos”.
—¿Cómo podemos reconectarnos con nosotras mismas?
—Es muy importante estar conscientes de ser una mujer empoderada de sus fortalezas y buscar oportunidades acordes a ellas. Reflexionar cuáles son sus valores, qué es importante para ella y empezar a tomar oportunidades. Porque eso le da un sentido a la vida, eso lleva directamente a la plenitud o flourishing: la gente que logra hacer este proceso logra un bienestar sicológico duradero.