¿CÓMO NOS VEN DESDE AFUERA?

“En la última fila de las prioridades”.

Cristopher Rivera
Columnas
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México como país ya ganó fama de ser una nación a la que no le importa el deporte casi en todo sentido, dejando en claro que de ello no somos culpables los ciudadanos que estamos fuera de las esferas del poder.

El problema va desde no favorecer a los atletas que nos representan en competencias internacionales, hasta la falta de difusión de la cultura del deporte. Por algo no somos el país más ganador y tampoco el más sano en términos de salud pública.

En este sentido, he estado muy reflexivo últimamente de los aconteceres políticos actuales y repasé algunos del pasado. Entendí por qué nuestra nación, aun con un importante índice poblacional, está lejos de acercarse a ese entorno exitoso en materia de deporte. Es decir: si por algo se ha distinguido nuestro país estrictamente en el manejo del deporte y otros ámbitos ha sido por la corrupción y la falta de interés.

Entonces ¿cómo podemos esperar apoyo de las autoridades políticas y de dirigencia si no están acostumbradas a meter en su cartera de prioridades al deporte? E insisto: voy desde el alto rendimiento, hasta el fomento de este. Ya es una mala costumbre que los que tienen el poder de hacer algo positivo hacen todo lo contrario; y lo peor es que esa falta de disposición se refleja afuera, a nivel internacional.

Por ejemplo, hace unos días tuve el privilegio de ser invitado a una convivencia con el grandísimo Usaint Bolt, uno de los más grandes ídolos en la historia del deporte, ganador de once títulos mundiales y ocho olímpicos. El exvelocista jamaicano vino a nuestro país no solo para cumplir compromisos comerciales sino también para emitir un mensaje que aparentemente tenía muchas ganas de compartir y que, probablemente, propició que Ana Guevara, titular de la Conade, y otros más, agachen la cabeza.

Bolt, textualmente, dijo lo siguiente a un medio de comunicación: “Como país y federación (Refiriéndose a México y Conade) es importante entender que los deportes juegan un papel trascendental. Los deportistas merecen apoyo de la Federación y empresas”.

Entorno

Acto seguido ofreció otra declaración, breve pero contundente, que a mi consideración debe leer o escuchar cualquier político aspirante a un cargo importante: “El deporte le brinda algo de alegría a las personas. Permite que los atletas más jóvenes y los niños quieran ir en esa dirección de hacer deporte en lugar de ir en la dirección opuesta”.

¿Así, o más claro? Como notará, Usaint Bolt —y seguramente otros personajes— sabe de los problemas serios que tenemos como sociedad.

Entonces el mensaje que dan al exterior nuestras autoridades políticas y deportivas es que México no es un país que acostumbra apoyar a su entorno de atletas y tampoco transmite a las nuevas generaciones la importancia de hacer deporte.

Hoy el entorno político de nuestro país está movidito, acelerado, haciendo mucho ruido, buscando empatías sociales, pero lamentablemente en sus estrategias el deporte, una vez más, está en la última fila de las prioridades. Claro, en el mejor de los casos…