Para muchos el más grande en la historia del deporte mundial es Michael Jordan, jugador de basquetbol retirado que fue capaz de dominar con su magia todas las duelas en las que se paró. Bueno, hasta se dio el lujo de dejar un rato el deporte que le dio luz y tomar el bate para tener una carrera sumamente discreta en el beisbol en la categoría doble A con los Birmingham Barons, pero eso no afectó en nada su enorme legado.
Para otros tantos, Roger Federer es el más grande, mientras otro sector ve a Muhammad Ali como el rey… Y así me puedo ir con algunas personalidades más que entran en la discusión.
Hoy por hoy —y a mi entender— a esa selecta lista de los deportistas más grandes va que vuela para sumarse un tal Shohei Ohtani, pelotero japonés que ha dominado de cabo a rabo el beisbol de las grandes ligas, pues prácticamente desde que llegó a la gran carpa ha sido un protagonista constante, ya sea desde el montículo o desde la caja de bateo.
Virtudes
Ohtani reúne todos los requisitos para ser considerado uno de los más grandes en la historia del deporte mundial: es carismático, líder nato (ahora en los Dodgers de Los Ángeles) y, sobre todo, cuenta con un talento bárbaro dentro del diamante, donde sus virtudes le permiten ser el mismísimo rey del rey de los deportes.
En el diamante Ohtani es el único beisbolista en la actualidad, con la capacidad de ser, de manera cabal, un lanzador estelar y un bateador de élite al mismo tiempo. Voy a ejemplificar este detalle: días atrás su nombre le daba la vuelta al mundo porque el japonés llegaba en la actual temporada de grandes ligas a 50 cuadrangulares y 50 ponches enfrentando a los Phillies de Philadelphia, convirtiéndose en el primer beisbolista en hacerlo en una misma temporada.
Este récord, o antecedente, quedará ahí como una de las hazañas más grandes en la historia del beisbol y del deporte en general.
Es por esto y más que a Shohei Ohtani se le compara con los mejores. Por ejemplo, ya le llaman “el Michael Jordan del beisbol”, fundamentalmente por esa enorme versatilidad de que le hablo, misma que distinguía al propio Jordan con los Chicago Bulls.
Esto es cuestión de percepciones, no soy dueño de la verdad, pero desde mi humilde opinión insisto en que Shohei Ohtani va directito a medirse con un tal Babe Ruth y a sentarse en la mesa donde solo pueden platicar y comer los más grandes de la historia del deporte mundial.
Y, ¡chin!, inevitablemente le tengo que decir que en esa mesa, lamentablemente, no hay mexicanos… pero algún día los habrá. ¡Se vale soñar!
¿Usted qué piensa?