LAS PALOMAS SUICIDAS

Sergio Pérezgrovas
Columnas
PALOMAS SUICIDAS

Mis ratas me han enseñado más de lo que yo les he enseñado a ellas.

B. F. Skinner


Burrhus Frederic Skinner nació en Susquehanna, Pensilvania, el 20 de marzo de 1905 y falleció en Cambridge, Massachusetts, el 18 de agosto de 1990. Fue un sicólogo, filósofo social e inventor. Solía decir que se convirtió en ateo debido a las amenazas de su abuela sobre el infierno. Un maestro cristiano intentó calmar sus miedos, pero esto solo empeoró las cosas.

El hermano mayor de Frederic murió a los 16 años debido a una hemorragia cerebral, lo que lo dejó profundamente afectado. A pesar de que inicialmente aspiraba a ser escritor de ficción, pronto se dio cuenta, según sus propias palabras, de que no tenía talento para ello. Por lo tanto, decidió estudiar Sicología para comprender la mente.

Se graduó con honores y posteriormente obtuvo su doctorado. Skinner fue profesor en las universidades de Minnesota e Indiana, y más tarde regresó a su alma mater, Harvard, en 1948, donde permanecería el resto de su vida.

En ese mismo año escribió Walden Dos. Es conocido por sus experimentos con ratas y palomas. A estas últimas les proporcionaba comida en intervalos regulares independientemente de su respuesta y las sometía a lo que más tarde se conoció como la Caja de Skinner.

Cada paloma desarrollaba un comportamiento idiosincrático en respuesta a este estímulo. Hubo rumores de que Skinner había sometido a su propia hija, Deborah, a esta caja, lo que supuestamente resultó en un desequilibrio mental y un resentimiento duradero hacia su padre.

Sin embargo, con el tiempo se demostró que lo que hizo fue colocarla en un cuarto llamado Heir conditioner (acondicionador heredero o aire acondicionado), que era una cuna con calefacción, enfriamiento y aire filtrado diseñada para fomentar la confianza en el bebé. La experiencia de la niña era similar a estar en su cuna. En 2005 Lauren Slater publicó un estudio titulado Opening Skinner´s Box, donde se aclaró que Deborah, a los 31 años, denunció a su padre por malos tratos en un tribunal, pero perdió el caso y posteriormente se suicidó.

Uno de los proyectos más notorios de Skinner fue el Proyecto Paloma, en el que intentó entrenar palomas para usarlas como proyectiles suicidas en la Segunda Guerra Mundial, pero el proyecto no tuvo éxito.

Su teoría, llamada Conductismo radical, buscaba comprender el comportamiento como una función del entorno pasado. No aceptaba eventos privados como el pensamiento, la percepción o las emociones no observables en el estudio del comportamiento de un organismo, tal como afirmó en repetidas ocasiones. Skinner falleció en Cambridge y sus restos descansan en el cementerio de Mount Auburn.

Plumas de palomas

Encontraron el cuerpo de un hombre con la cabeza destrozada por una pequeña bomba. Junto al cuerpo había regadas en el piso muchas plumas de paloma mensajera. El MP no entendía nada así que fue a buscar a Tristán para ver si él podría darle una explicación coherente a la muerte del sujeto.

Cuando Tris entró en el recinto notó un olor a pólvora que venía justamente de la cabeza del individuo y vio con asombro las plumas regadas por todo el suelo. Recordó que su papá le había platicado de los experimentos del doctor Skinner, así que pidió al MP que buscara el cuerpo de una paloma. A unos cuantos metros debajo de las cortinas hallaron sin cabeza a una paloma blanca. El MP preguntó incauto:

—¿Cómo sabías de la paloma?

—Fue un experimento que hicieron en la Segunda Guerra Mundial para acabar con los nazis, pero el proyecto no prosperó. Aquí estuvieron haciendo pruebas en la Facultad de Sicología durante los años 60. Seguramente podremos encontrar rápidamente quién perpetró el asesinato.

Llegaron a la Facultad de Sicología. Ahí se encontraba un científico loco y su ayudante, al que le decían Cuasimodo porque tenía una joroba como el de Notre Dame. Se veía muy nervioso. Cuando Tris le preguntó a su jefe, este respondió que, en efecto, habían realizado la prueba de Skinner, pero sin ningún resultado. Cuando Tris se acercó con Cuasimodo, este sudaba. Tris supo quién era el organizador.

—¿Por qué mandaste la paloma?

—Era mi cuñado y siempre me estaba molestando con mi defecto. Pensé que nadie sospecharía nada.

Tris tuvo que llenar los papeles que, por cierto, llevaba mucho tiempo sin hacer.