Entonces tu borrador ya es un manuscrito listo para publicarse. Ya elegiste la autopublicación como la ruta para convertirlo en papel y tinta entre tus manos.
Para este momento es buena idea ya contar con el diseñador editorial y tener varias cotizaciones de impresión. Esto es porque hay diseños mucho más caros de imprimir y si conoces los costos es más fácil que tomes una mejor decisión al momento de determinar cómo quieres que sea tu libro.
El diseño editorial y la impresión se cotizan diferente si es un libro tamaño estándar con puro texto en negro, sin imágenes, a si es un libro de tamaño fuera de formato, con imágenes, gráficas o caracteres en colores; también si la portada será en pasta blanda o dura, con o sin solapas, si la encuadernación será en hot melt o cosida y pegada: los pliegos se acomodan diferente según el tipo de terminado.
Otro dato a considerar es el tiraje: si quieres de uno a 300 ejemplares la impresión digital puede ser mejor opción; si rebasa los 500 ejemplares quizá la opción sea el offset tradicional. Esto también depende de la elección entre un libro a colores o en escala de grises.
Es importante acordar con el diseñador editorial cómo te entregará los archivos para imprimir. En el caso de los interiores, si será en PDF o el original en el programa en el que lo haya diseñado; en caso de la portada si será en PDF, en formato de imagen o en el archivo de diseño. En el caso del PDF y el formato de imagen no podrás hacer modificaciones posteriores sin que el diseñador se involucre; y en el caso del archivo original, sí. Si te entrega el archivo original, también pídele las fuentes y, en su caso, las imágenes, para que el archivo sea funcional. La cotización del diseño puede variar según los entregables. Plantea tus dudas, pregunta, acuerda todo por escrito, no des nada por sentado ni lo dejes al sentido común.
Responsabilidades
Otros aspectos a acordar con el diseñador son: cuántas correcciones y/o modificaciones está dispuesto a hacer, el tiempo de entrega, qué tanto te puedes involucrar tú en el proceso, si se hará cargo de supervisar la imprenta o su responsabilidad termina con la entrega de los archivos.
Es importante que antes de empezar el diseño de manera formal te envíe una muestra para que sepas si te gusta, o que tú le des un ejemplo de cómo quisieras que fuera tu libro; aquí te recomiendo que escuches sus recomendaciones: a fin de cuentas, el experto es él y lo mejor que puedes hacer es dejarlo hacer su trabajo con libertad.
Antes de proceder a realizar el tiraje imprime cada una de las páginas autorizadas con el diseño y las correcciones definitivas, y fírmenlas ambos.
Respecto de la portada el proceso es similar, pero con una peculiaridad: en la creación se involucran el autor de la foto/ilustración, el diseñador editorial y, si así fuera el caso, el modelo de la foto. Aquí sí te recomiendo el uso de Inteligencia Artificial (IA), no para hacer la imagen, sino para buscar coincidencias en fotos o ilustraciones de libros ya existentes. Alguna vez me sucedió que compré los derechos de una ilustración de archivo para la portada de uno de mis libros y resultó que el autor de otro libro me acusó de robarme su imagen. El problema fue que a él se la vendieron como una obra original y, por desgracia, era de archivo y cualquiera que pagara por los derechos de reproducción podía usarla; fue una coincidencia muy desafortunada que pudo evitarse.
Ponte bien de acuerdo con el ilustrador acerca de los límites de uso de su imagen y el costo que pagarás por ella, y también verifica que realmente tenga los derechos de explotación de la misma. No dejes nada al azar.
Nos leemos en 15 días con información sobre cómo hacer libros electrónicos y más. Hasta pronto.