Tu libro ya es una realidad entre tus manos. Recorres sus páginas con el embeleso de saber que aquello que alguna vez estuvo en tu imaginación ahora es tinta formando tus propias palabras sobre el papel. Lo acercas a tu nariz y respiras profundo: el delicioso olor de los libros en tu libro es doblemente placentero.
¿Qué procede? Esta respuesta depende de tu objetivo inicial. Si parte de ese objetivo es hacer una presentación y/o asistir a alguna feria de libro, hoy te contaré lo que he aprendido al respecto en mis 24 años de organizar presentaciones y los 18 de asistir a ferias.
El mundo de las presentaciones de libros es ilimitado: se pueden llevar a cabo en lugares como ferias y hasta en casas particulares, pasando por camellones, banquetas, centros culturales, cafeterías, tiendas temáticas, librerías, centros comerciales, museos, bibliotecas, cines, escuelas, universidades, bares, restaurantes, cafeterías, antros de mala muerte... Tu creatividad es el límite. Cada lugar tiene sus requisitos particulares. Unos rentan el espacio y ofrecen servicio de alimentación y bebidas, otros cobran un porcentaje por la venta de los libros, otros prestan el foro y la venta íntegra de los libros es para ti, otros te piden consumo por parte de tus invitados, etcétera, etcétera, etcétera.
En el caso específico de las presentaciones en las ferias de libros, en las más importantes, como la FIL de Guadalajara o la FIL del Palacio de Minería, los auditorios son limitados, muy competidos, y la renta tiene costo (en Guadalajara es en dólares). Cualquier persona que tenga un libro y el dinero puede hacer la solicitud mediante los formularios que se encuentran en las páginas web de ambas. Hay que estar muy pendientes, porque se llenan muy rápido y las editoriales más grandes saturan los mejores días y horarios (monopólicas como son). En la FIL Monterrey es diferente porque tienen costo, pero solo pueden solicitarlas las editoriales con un stand.
Otras ferias se manejan por invitación, como las universitarias, aunque para la mayoría basta con enviar la solicitud y esperar a que sea seleccionada, sin costo. Algunas incluso pagan a escritores por ir a hablar de sus novedades o para comentar las obras de otros autores.
Orden y calidad
En las librerías y centros culturales, así como para todos los demás foros, recomiendo ir personalmente a preguntar quién es la persona que decide y cuál es el proceso de solicitud. Las librerías requieren que hagas el proceso de alta como proveedor y a veces esa es una razón de rechazo. Como sea, asegúrate de estar al corriente con el SAT, de tener todos tus documentos en orden y tus libros buena calidad en la impresión y el acabado para que no te pongan “peros”.
Respecto de tener un stand en las ferias de libros, debes estar muy pendiente del lanzamiento de la convocatoria; también son muy peleados y dan preferencia a los expositores de años anteriores, lo que provoca que a veces caigas en listas de espera.
En algunas ferias, como en la de Guadalajara y Monterrey, que duran nueve días, a veces trabajas cinco o seis días para recuperar la inversión y ya los que siguen son ganancia, así que debes pensar muy bien si te conviene participar: cada libro llega a ellas con un costo que puede ser más o menos elevado, dependiendo del número de ejemplares vendidos al final.
Las demás tienen costos muy diversos, algunas son baratas, pero las ventas son discretas; otras tienen buenos precios y la venta es vasta; otras resultan equilibradas en costo-beneficio. Lo importante ahí es hacer un plan para que el conjunto te sea conveniente y no resulte que te salió más caro ir a vender tus libros, que quedarte en tu casa.
Y, sí, otra vez ya me acabé el espacio. ¡Hay tanto qué decir!