VERACRUZ: 21 DE ABRIL DE 1914

“Profesionales dedicados al servicio de la patria”.

Javier Oliva Posada
Columnas
VERACRUZ 1914

En pleno desarrollo de la Revolución Mexicana se daba la primera invasión de Estados Unidos a nuestro país, que se prolongaría hasta el 23 de noviembre de ese mismo año. La segunda sería en Chihuahua del 19 de marzo de 1916 al 7 de febrero de 1917. Dos acciones militares de gran escala, que tuvieron un profundo impacto en la formación de la conciencia y sentido histórico de la nación. Sobre todo en lo que hace a las responsabilidades del Estado y la explicable concentración de poder en la Presidencia de la República.

Luego de terminada la cruenta Revolución, las Fuerzas Armadas de México fueron adquiriendo su papel social, nacionalista y doctrinario, que a la fecha les caracteriza.

En este caso la Marina-Armada de México en la actualidad tiene una serie de responsabilidades, entre las que destacan y de forma natural la vigilancia y salvaguarda de la soberanía de nuestros mares. En lo que se refiere a superficie, sumando las que corresponden al Golfo de México y al Océano Pacífico, suman un total de tres millones de kilómetros cuadrados, lo que significa una tarea muy importante, en especial en un contexto de creciente relevancia en la geopolítica naval.

Y es que el comercio marítimo, la infraestructura portuaria, así como la intensa actividad turística a nivel mundial propician que las potencias militares, comerciales y políticas pongan particular atención a la ubicación geográfica de México.

En efecto, como lo demuestra la convulsa historia de nuestro país a lo largo del siglo XIX y buena parte del XX, las condiciones naturales dieron paso a que hubiera una serie de invasiones y tentaciones por ocupar suelo mexicano. Desde la Nao de China, pasando por el anterior nombre de México, Nueva España, así como otros eventos diplomáticos y acuerdos demuestran lo que hoy se observa con nitidez: la preponderancia continental y mundial de nuestro país.

Salvaguarda

Por eso es muy importante tener presentes acciones determinantes como la invasión estadunidense de abril de 1914 en Veracruz, pues nos recuerdan como sociedad y nación que contamos con un recurso sustancial que es la Armada de México. Que sus integrantes, hombres y mujeres, recordando las acciones históricas y de sacrificio por la patria del teniente José Azueta y del cadete Virgilio Uribe, son un ejemplo y guía de la salvaguarda de la soberanía, independencia e integridad geográfica del país.

En la perspectiva del siglo XXI no hay duda de la relevancia estratégica y geopolítica de los océanos. En ellos radica la posibilidad de un desarrollo armonioso de la humanidad con relación al planeta. Preservar su equilibrio natural implica, como se sabe, contar con garantía de sustentabilidad. En ese importante sentido, la Armada de México también cumple un papel determinante. La formación y actualización de sus mandos sobre este punto implica una garantía de visión de futuro.

De este modo, la continuidad institucional —tanto como Secretaría de Estado como Fuerza Armada— de la Armada de México contribuye al desarrollo y estabilidad del país en un ambiente internacional con evidentes tensiones e incertidumbres.

Recordar la gesta heroica del Puerto de Veracruz es mantener presente el legado de las generaciones de profesionales dedicados al servicio de las armas y de la patria.

Y lo anterior probablemente sea su principal aportación a la democracia, en tanto la permanencia como institución y, a la vez, la actualización de cada una y cada uno de sus integrantes para mejor servir a la nación.