RELACIÓN DE HUMOR

Daniela Suárez
Columnas
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La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.
Friedrich Nietzsche

El humor puede ser algo totalmente subjetivo: lo que a algunos nos da risa a muchos otros podría no hacerles ninguna gracia. Sin embargo, creo que en algo que varios podríamos estar de acuerdo es que en una relación de pareja nos gusta que esa persona tan especial nos haga reír o que, por lo menos, comparta nuestro sentido del humor, ¿o me equivoco?

Si es así, ¿qué tan acertadamente podemos percibir el sentido del humor de nuestra pareja? Con esta pregunta en mente, investigadores de la Universidad de Michigan decidieron iniciar un estudio para descubrir la respuesta.

El análisis publicado en Personality and Social Psychology Bulletin indica que las personas, por lo general, son jueces acertados cuando se trata de describir el sentido del humor de su pareja y que, de hecho, las relaciones más satisfactorias son aquellas en las cuales ambos tienen una tendencia a asumir que el sentido del humor propio es el mismo que el de su pareja.

El estudio conducido por Mariah F. Purol, estudiante de doctorado en dicha universidad, reunió a 337 parejas heterosexuales entre los 19 y hasta los 89 años y cada una de ellas tuvo que responder un cuestionario para medir cuatro distintas escalas de humor: autoalentador, afiliativo, autodestructivo y agresivo.

Los participantes se autoevaluaron y también calificaron a sus parejas en dichas escalas.

El humor autoalentador implica la capacidad de encontrar el humor en situaciones cotidianas, incluso cuando las cosas puede que no vayan tan bien.

El humor afiliativo involucra el uso del humor para crear vínculos sociales y fortalecer las relaciones.

El humor autodestructivo consiste en convertirse uno mismo en el centro de la broma, a menudo a expensas de la autoestima o la autovaloración.

Y el humor agresivo consiste en utilizar el sarcasmo, insultos y humillaciones para menospreciar a los demás y afirmar la propia dominancia.

El humor de la pareja

Como parte de la evaluación los participantes tuvieron que medir qué tan simpáticos se consideraban ellos mismos y a la vez a su pareja para así entender qué tan satisfechos están con su relación.

Los resultados del estudio indican que en general los participantes demostraron precisión en sus juicios sobre los estilos de humor de su pareja, independientemente del tipo específico de estilo de humor evaluado. Esto sugiere que las personas perciben y comprenden bien el sentido del humor de su pareja.

A la vez, el estudio también descubrió que el sesgo variaba según los diferentes estilos de humor. Por ejemplo, los participantes tendieron a subestimar ligeramente la cantidad de humor autocomplaciente que utilizaba su pareja y a sobreestimar ligeramente la cantidad de humor agresivo que utilizaba su pareja.

También se observó una relación entre la satisfacción de cada pareja y la tendencia a asumir que los estilos de humor son similares a los propios. Las personas con relaciones especialmente satisfactorias mostraron un sesgo de similitud asumida más fuerte a la hora de juzgar los estilos de humor de su pareja.

Lo anterior sugiere que las personas pueden tener una tendencia a proyectar sus propios estilos de humor en su pareja, o a interpretar el humor de su pareja de una manera que se alinee con su propio estilo.

Si bien este es un primer estudio, los expertos ahora quieren realizar uno sobre estilos de humor y relaciones no sentimentales para entender mejor cómo las personas percibimos el humor en los demás. Y tú, ¿qué estilo de humor tienes?