REPARAN FUGAS DE TUBERÍAS SIN CORTES DE SUMINISTRO NI EXCAVACIONES

“Mejora tiempos de respuesta, costos y condiciones de flujo”.

J. Alberto Castro
Columnas
REPARAN FUGAS DE AGUA

La crisis de agua en el país es cada vez más grande. Varias ciudades y regiones están a punto de enfrentar serias limitaciones en el abastecimiento del líquido. Por ejemplo, en el Valle de México se registran pocas lluvias derivado de la temporada de calor y el Sistema Cutzamala pierde cada vez más capacidad dentro de sus presas, con lo que algunos expertos se preguntan: ¿puede la Ciudad de México llegar a quedarse pronto sin agua?

Entretanto, lo que hoy tenemos es la drástica reducción del caudal de agua del Cutzamala, con apenas 35.5% de su capacidad total, menos de la mitad del histórico reportado en años pasados, de 69.3 por ciento.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha incrementado el suministro de otros sistemas de pozos en la CDMX y el Estado de México, pero el problema parece no resolverse.

En medio de esta crisis hídrica lo inquietante es que entre los diferentes factores se señala la pérdida de agua potable en las redes de distribución, sin olvidar el abasto sin límite a las empresas refresqueras, la ya mencionada falta de lluvia y el consumo irracional del vital líquido.

Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Valle de México se pierde hasta la mitad del agua potable en tuberías donde hay roturas o afectaciones. El porcentaje de fugas y líquido desperdiciado es escalofriantemente elevado. Además, en la actualidad la infraestructura para abastecer de agua a una población que no deja de crecer es totalmente insuficiente y presenta grandes deficiencias.

El mismo Sistema Cutzamala se planeó para un horizonte de 20 años y sigue operando después de 40, sin darle un mantenimiento mayor acorde a las necesidades.

Además, en los problemas y daños que presenta la infraestructura del agua tiene también que ver el hecho de que el Valle de México sea tan vulnerable a los sismos y sufra constantes cambios y movimientos en el suelo.

Ante el acuciante deterioro de las redes de distribución de agua en distintas urbes y sitios del país, el ingeniero químico Adrián Cordero Ibarra y el ingeniero civil Jorge Pérez Gavilán, egresados de la UNAM, encontraron un procedimiento tecnológico para recuperar casi cualquier tipo de infraestructura hidráulica —como tuberías, tanques o pozos— sin necesidad de excavaciones, sin cortar el suministro, ni provocar un impacto financiero por obra civil larga y compleja; en fin, sin afectar el entorno social.

En 2012 estos universitarios iniciaron un emprendimiento en la red de incubadoras Innova UNAM enfocado a conseguir un material y una solución tecnológica que permitiera “ir más allá de una simple reparación de una parte dañada y tener la capacidad de revisar esa red hidráulica en cuanto a si ya cumplió su vida útil con el propósito de cambiarla, recuperarla y mejorarla”.

Contactado por Vértigo, Cordero recuerda en entrevista: “Así, con mucha persistencia e insistencia, obtuvimos un material útil para la rehabilitación de tuberías. Al tener el prototipo listo, dijimos: ‘¡Esto se venderá como pan caliente!’ Y no fue así. Ofrecer tecnología nueva creada por dos jóvenes emprendedores no fue fácil”.

Experiencia

A lo largo de una década Cordero y su socio constituyeron la exitosa empresa Tubepol, que hasta 2023 ha logrado evitar el desperdicio de agua al rehabilitar 137 kilómetros de tuberías en el país, más de 100 proyectos ejecutados y capacidad técnica para en una noche poder rehabilitar 200 metros de infraestructura, lo cual, comparado con los tiempos de las obras convencionales, implicaría como mínimo dos semanas.

Este innovador admite que para llevar a buen puerto un emprendimiento es preciso capacitarse a fin de obtener cada vez más experiencia en el rubro. “Aunque tengamos un buen producto, este no se venderá solo; para que una empresa funcione se requiere contabilidad, administración, marketing, ventas, manejo de personal e ingeniería, entre otras áreas”.

Entusiasmado por encabezar una empresa que ofrece productos y servicios para el mantenimiento, reparación y rehabilitación de todo tipo de tuberías a través de soluciones prácticas, rentables y sustentables, explica que la palabra Tubepol es resultado de mezclar los términos “tubería” y “polimérica”; y alude a los materiales y tecnología utilizados para la rehabilitación de tales objetos.

Se trata de un desarrollo que mejora tiempos de respuesta, costos y condiciones de flujo de línea. Se puede aplicar a cualquier diámetro de tubería, desde cuatro hasta 96 pulgadas.

“Nuestra tecnología favorita se llama ‘tubería polimérica curada en sitio’, la cual se compone de fieltro poliéster con resinas que se polimerizan en el interior del ducto. Lo que hacemos es crear una estructura totalmente nueva dentro de otra dañada sin necesidad de excavar. Además, garantizamos su vida útil por 50 años más”, pondera.

Después de trabajar distintos proyectos de rehabilitación de sistemas de agua en Puebla y Querétaro, hace un llamado a las autoridades y a la sociedad para cambiar la manera en que se ha llevado el uso y conducción de agua, pues hace falta crear conciencia sobre la importancia de rehabilitar y sobre todo brindar mantenimiento preventivo a las redes de tuberías a fin de cuidar mejor el líquido.

“Con frecuencia se dice que el agua se acabará o privatizará; sin embargo, aunque tengamos el recurso, lo perderemos si el medio por el cual se transporta o suministra está dañado o corroído. Esto no solo limita el abastecimiento de muchas comunidades o regiones, sino que puede provocar problemas mucho más fuertes, como los socavones que se forman cuando el agua se filtra en la tierra, la humedece y la hunde”.

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A grandes rasgos, Tubepol brinda solución precisa a cada problema en líneas hidráulicas, como colapsos, socavones, cavernas, incrustaciones, fugas, fracturas, corrosión, filtraciones y más. Cuenta con equipos de inspección robotizados que permiten ingresar a la tubería para evaluar sus condiciones internas. Estos robots dan una imagen de 360 grados, en toda la longitud, y permiten determinar si las instalaciones están muy dañadas. En caso de que este equipo no pueda entrar se hace limpieza con herramientas hidroneumáticas para luego ingresar e inspeccionar. Una vez obtenido el reporte se comparte con el cliente para darle un diagnóstico.

Las tecnologías utilizadas por esta empresa mexicana se pueden encontrar en Canadá y Estados Unidos a precios muy costosos, pero gracias a su original desarrollo en la UNAM y posterior adecuación se ha logrado su fácil accesibilidad a costos razonables.

Además de los servicios de mantenimiento, reparación y rehabilitación de tuberías industriales sin excavación, la planta en Puebla de Tubepol se dedica a fabricar y exportar los materiales con fieltro poliéster y fibra de vidrio. Es la única en América Latina que elabora y provee materiales para la restauración de tuberías.

Luego de trabajar con importantes empresas, organismos federales y estatales, para Cordero la clave de su éxito es haber creído en su idea, no abandonarla, ser persistente y enfocarse en lo deseado. “Intentar echar adelante un proyecto genera dudas. Concretarlo consiste en insistir y en trabajar duro para que funcione”, concluye.

Al rescate

Además de sus beneficios al evitar las filtraciones, los creativos de Tubepol señalan que con estos tubos se garantiza un mayor aprovechamiento del agua durante al menos 50 años.

Con esta tecnología se han reparado cerca de 100 metros al día de tubería y sin importar el diámetro de cada uno de los tubos.

Hasta 2023 el equipo de Tubepol ha puesto los tubos poliméricos en 137 kilómetros de tubería a lo largo del país.

La nueva tubería polimérica es 100% estructural y mejora las condiciones de flujo de la línea.