RESPONSABILIDAD HISTÓRICA DE LAS MUJERES POLÍTICAS

Claudia Ivett García
Columnas
MUJERES

En aquel no tan lejano México de nuestras madres y abuelas las mujeres habían sido condenadas al silencio en un ámbito indispensable para la libertad: la democracia. El día de la jornada electoral era un domingo diferente para la mitad de la sociedad mexicana; las voces, las ideas, la participación y la agenda de ellas en la vida pública nacional no eran relevantes.

Hoy vivimos un México de paridad en todo. Somos el ejemplo internacional con una representación de 50% de mujeres en los cargos de elección popular a nivel federal, estatal y municipal.

La mitad de los cargos es para las mujeres en el Congreso de la Unión y los Congresos Locales. Hoy somos el México de las históricas reformas que le han dado la vuelta al mundo; los derechos político electorales de las mujeres llegaron de a poco para situarnos en un siglo XXI lleno de nuevos retos.

En el proceso electoral de hace tres años, en 2021, se llevaron a cabo las elecciones más grandes de la historia de México hasta entonces. También fueron las más violentas para las mujeres que se atrevieron a buscar un cargo de elección popular en la tierra donde once mujeres son asesinadas día tras día.

El pasado proceso electoral nos permitió ser testigos de algo insólito: un aumento exponencial de la representación política de las mexicanas.

Realidad

Gracias a la reforma de paridad en todo, de 2019, llegaron más presidentas municipales por todo el territorio nacional. También llegaron más legisladoras y gobernadoras.

Y en pleno 2024 estamos a punto de contemplar una realidad que se veía casi inalcanzable: México tendrá una mujer presidenta.

¿Cuál es la responsabilidad histórica de las mujeres que logren llegar a puestos de elección popular durante este superaño electoral?

En un proceso en el que estarán en juego más de 20 mil cargos públicos, al menos la mitad para mujeres, será indispensable que todas aquellas que lleguen (alcaldesas, diputadas, senadoras, gobernadoras y, por supuesto quien encabece el gobierno federal) hagan efectiva una realidad para más de 60 millones de mexicanas: deberán hacer efectivos los compromisos de campaña y garantizar la plena participación de las mujeres en la agenda pública nacional.

Y nosotros, como sociedad, tenemos la enorme responsabilidad de vigilar y seguir exigiendo.