RIESGO CALCULADO

“Promete igualar otras míticas batallas entre boxeadores mexicanos”.

Alejandro Zárate
Columnas
SAÚL CANELO

Saúl Canelo Álvarez (60-2-2, 39 KO) seleccionó a su próximo rival y su apuesta fue enfrentar al invicto Jaime Munguía (43-0, 34 KO) el 4 de mayo en Las Vegas, en un duelo de mexicanos que promete ser un choque de dos aguerridos boxeadores.

Sin embargo, haber optado por esta opción en lugar de medirse ante David Benavidez (28-0, 24 KO) vuelve a reavivar los cuestionamientos sobre su ubicación real entre los mejores libra por libra.

El estadunidense Benavidez es el retador oficial por parte del Consejo Mundial de Boxeo. Es el campeón interino de este organismo desde 2022, lo cual por reglamento le permite retar al monarca absoluto, CaneloÁlvarez.

No obstante, el pugilista tapatío ha buscado otras opciones y ha estirado al máximo las concesiones para encarar al retador mandatorio. Es una realidad que desde su derrota contra Dmitry Bivol de nueva cuenta ha caído en esa posición de calcular a sus adversarios y no afrontar los retos que verdaderamente lo validen como el mejor boxeador del momento.

Es un esquema que impulsó Oscar de la Hoya y que perfeccionó Floyd Mayweather Jr., sacando provecho de su valía monetaria para las televisoras estadunidenses. Sus marcas logradas sobre el cuadrilátero ya colocan al mexicano como un inminente integrante del Salón de la Fama de Canasta, Nueva York. Pero su selección de sus últimos rivales y el tiempo que se toma para pactar máximos retos es lo que pone en cuestionamiento su actual desempeño.

Munguía tampoco es que sea un rival tan a modo. Se trata de uno de los mejores boxeadores del momento en la división de los supermedianos, invicto y con cuatro nocauts en sus últimos cinco combates. Sin embargo, Benavidez presentaba mejor cartel, más experiencia y con rivales de más renombre en su historial de victorias.

Realidad

Jaime llegará ante Saúl como el “underdog”, el que se espera sucumba ante el actual campeón supermedio por cuatro organismos. Para el tijuanense es la pelea más importante hasta el momento de su carrera, donde promete igualar otras míticas batallas entre boxeadores mexicanos.

Las expectativas hacia Canelo siempre son las máximas, pero es el propio boxeador el que se ha puesto en esa posición con sus logros deportivos.

No es una posición nueva para el campeón indiscutido, pero no siempre ha aceptado las peleas que representan un riesgo latente a su estatus ganado dentro del boxeo internacional.

Es una realidad que en años recientes las grandes peleas de boxeo tardan en darse. Esto pasó con el enfrentamiento entre el propio Canelo y Gennady Golovkin o Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Solo las condiciones de grandes bolsas han impulsado estos ansiados enfrentamientos que los aficionados aquilatan porque cada vez se ven menos.

Por lo pronto el tapatío vuelve a enfrentar a un nacional después de siete años de no hacerlo y tras reconocer abiertamente que no le gusta enfrentar a sus connacionales. En la última ocasión enfrentó a Julio César Chávez Jr., a quien derrotó por decisión unánime.

En esta nueva batalla de peleadores tricolores se espera un gran choque que logre estar a la altura de las expectativas de los aficionados.