Dafna Viniegra es activista, autora y presidenta de la asociación Infancia Libre de Abuso Sexual (ILAS) AC, que se dedica a la prevención del abuso sexual infantil y al apoyo a las víctimas.
Su libro Sanar para crecer y trascender es un testimonio de su proceso de sanación y un llamado a la acción para proteger a las infancias.
En entrevista, comparte su experiencia, su labor y sus experiencias respecto de cómo empoderar a las víctimas.
—Su libro es un testimonio personal. ¿Cómo nació?
—Surgió como un proceso de catarsis. Luego de haber sufrido abusos en mi infancia, los traumas afloraron cuando me convertí en madre. Comencé a escribir para sanar y después de siete años de trabajo mi texto llegó a la editorial Penguin Random House, que decidió publicarlo. De ahí nació la oportunidad de crear la asociación ILAS con la misión de apoyar a las víctimas y educar a la sociedad sobre este problema.
—Ahora se da el relanzamiento de la campaña Una Navidad libre de abuso, que impulsa ILAS. ¿Por qué es tan importante esta época para hablar del abuso sexual infantil?
—En diciembre los casos de abuso sexual infantil aumentan más de 40%. Durante las festividades la confianza en el entorno familiar suele ser mayor, lo que hace que bajemos la guardia: 85% de los abusos ocurren dentro del hogar y una gran parte son cometidos por familiares cercanos.
—¿Qué papel juega la educación sexual en la prevención del abuso?
La educación sexual es clave. A menudo, a los padres les cuesta hablar de sexualidad con sus hijos, pero si no lo hacemos dejamos a los niños vulnerables. Enseñarles sobre el respeto a su cuerpo, los límites y sus derechos les permite identificar comportamientos inapropiados y reaccionar adecuadamente. Hablar de abuso sexual desde una perspectiva abierta y sin tabúes es fundamental para crear una cultura de prevención.
Herramientas
—¿Qué hace actualmente ILAS y cómo surgió?
—ILAS nació como una extensión de mi libro. La asociación trabaja para ofrecer apoyo legal y emocional a las víctimas, y sensibilizar a la sociedad. Buscamos que los procesos judiciales sean más humanos y respetuosos con las víctimas, especialmente con los niños, evitando la revictimización.
Al mismo tiempo, puntualiza Viniegra, “capacitamos a profesionales para que el trato hacia las víctimas sea adecuado y sensible”.
—¿Cómo ha evolucionado la comunidad ILAS?
—Comenzó como un grupo pequeño en Guadalajara y hoy en día se ha expandido a nivel global. Mujeres de diferentes países, como Argentina, España, El Salvador y Estados Unidos, participan en nuestras reuniones semanales. Este espacio de apoyo y sanación es clave para dejar atrás el papel de víctima y transformar el dolor en fuerza y resiliencia.
—¿Qué cambios legislativos cree necesarios respecto del tema?
—Es fundamental que se implementen procesos más sensibles y humanos. Por ejemplo, que los testimonios de los niños se graben para evitarles repetir su relato una y otra vez. También es necesario que los agresores enfrenten las consecuencias de sus actos, ya que la impunidad solo perpetúa el abuso.
—¿Qué mensaje central transmite tu libro y cómo puede el público acceder a él?
—El mensaje es que podemos resignificar lo que nos pasó. No somos víctimas eternas; alzando la voz podemos prevenir futuros abusos. El libro está disponible en librerías y plataformas como Amazon y su objetivo es acompañar a las víctimas en su proceso de sanación, dándoles herramientas para dejar atrás el dolor y empoderarse.
—¿Cómo espera que se transforme la sociedad respecto del abuso infantil?
—Mi esperanza es que a través de la educación y la sensibilización logremos crear una cultura en la que se respete y proteja a los niños. La prevención es el primer paso. Y es responsabilidad de todos hablar abiertamente sobre el abuso, apoyando a las víctimas y exigiendo que se cumplan las leyes para garantizar que los agresores enfrenten las consecuencias de sus actos.