Luego de las elecciones en el Estado de México déjenme exponerles un poco de la impunidad, corrupción, misoginia y violencia feminicida a la que se enfrentan las mujeres de esa entidad.
Se trata de dos casos muy tristes. El primero es el de una niña de iniciales HMA, quien fue abusada sexualmente por su padre biológico.
El otro es el de Diana Alejandra, una mujer que vive injustamente presa en el peor de todos los penales, el de Barrientos, por levantar la voz en contra de su agresor sexual.
Este segundo caso involucra influyentismo político por parte de su agresor sexual, Juan Olivas, político de Morena, quien logró dos órdenes de aprehensión por delitos fabricados contra Diana Alejandra.
Por otra parte, la niña HMA lleva años siendo valiente, denunciando a su padre Pedro “N”, quien estaba siendo procesado en Valle de Bravo. Ahora, frente al amparo concedido para una nueva audiencia de vinculación a proceso por abuso sexual infantil y pederastia, el Poder Judicial mexiquense tiene la oportunidad de reivindicarse con ella, de decirle que la voz de las niñas sí importa, que al alzar la voz están obligados a escucharla y a creerle.
Los casos de Juan Olivas y de Pedro “N” no son aislados: los dos dispusieron del cuerpo de una mujer y los dos han manipulado a autoridades mexiquenses.
De no hacer justicia, podemos suponer que las o los jueces que no resuelvan estos dos casos estarían colaborando en la violencia de género, aunque la nueva reforma constitucional al artículo 38 señala que ningún o ninguna servidora pública o servidor público puede tener un cargo donde su sueldo dependa del erario de la nación por ser generador de violencia de género, porque los o las juzgadoras perpetuarían esta violencia al no aplicar la justicia tan aclamada y esperada en el Edomex.
Con la frente en alto
Justo esa triste realidad es a la que se enfrentará la profesora Delfina Gómez luego de su triunfo ante Alejandra del Moral.
Y aunque desde el oficialismo lo quieren vender como una arrasadora victoria, los fríos números dicen otra cosa: 45 puntos para la candidata opositora no es una debacle.
A ello debe sumársele que su partido la dejó sola y el gobernador Alfredo del Mazo brilló por su ausencia, por lo que ese capital político de 45 puntos no es poca cosa; y todo por ella misma, sin las dirigencias de los partidos que abanderó, los cuales hasta el último momento la dejaron sola.
Estilo mata carita
A quien también dejaron solo fue al jefe de estación en la Línea B del Metro de la CDMX, quien después de un año falleció tras sufrir un accidente en una tarima en mal estado, como mucha otra infraestructura de este sistema de transporte colectivo. Así las cosas.