SIN DEPENDENCIA LOCAL

F1
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En menos de una semana se disputaron dos eventos internacionales con llenos absolutos en sus tribunas pese a no tener a un mexicano en competencia. Fue el caso del Gran Premio de la Ciudad de México de la Fórmula 1 (F1) y del partido oficial de la NBA entre los Pistons de Detroit y los Mavericks de Dallas.

En el Autódromo Hermanos Rodríguez, por primera vez en la etapa más reciente de la carrera, se disputó una edición sin la presencia del héroe local, Sergio Checo Pérez, quien fue despedido al final de la temporada pasada de la escudería de Red Bull.

Sin embargo, esto no fue obstáculo para que más de 401 mil 320 aficionados se reunieran a lo largo de tres días de evento en la pista capitalina.

Si bien no hubo el tradicional grito de ¡Checo, Checo!, la afición mexicana no dejó de responder con su presencia y entusiasmo para corear a otros pilotos, como Lewis Hamilton, Max Verstappen, Charles Leclerc o Carlos Sainz.

Las gradas disfrutaron de la tradicional fiesta de la F1 demostrando que es un evento consagrado más allá de tener a un nacional en la pista.

Desde la Arena Ciudad de México se vivió una situación muy similar, con otra gran asistencia de 20 mil 285 aficionados. Esta vez no se contó con un mexicano en la duela como hace un año, cuando destacó la presencia de Jaime Jáquez Jr., ante la locura de los presentes por quererlo ver.

En retrospectiva, son menos los casos que se han tenido a basquetbolistas mexicanos en la historia de partidos de la NBA en el país. Antes del jugador del Heat de Miami, también Gustavo Ayón y Eduardo Nájera se presentaron en suelo azteca. Pese a no ser tan usual tener a jugadores locales, la NBA ya suma 34 partidos en nuestro país, con grandes asistencias y considera a la Ciudad de México como una base clave para su expansión internacional.

Otros casos

Los torneos de tenis de la ATP y la WTA son otro ejemplo de la gran respuesta de los aficionados para llenar los estadios. El Abierto Mexicano de tenis solo ha visto campeón a dos representantes tricolores, en la modalidad de dobles, con Giuliana Olmos (2020) y Leo Lavalle (1993 y 1995); sin embargo, sigue siendo el torneo modelo de la región con 32 ediciones disputadas.

Misma situación se replica en otros torneos, como los WTA de Monterrey y Guadalajara, que han conectado con una afición comprometida para disfrutar el juego de las mejores raquetas mujeres de los últimos años, sin importar si son rusas, estadunidenses o españolas.

Existen casos en los que la realización de ciertos eventos dependió directamente del impulso de una atleta local. A inicios de la década de 2000, por ejemplo, el éxito internacional de Lorena Ochoa llevó a que se organizaran hasta tres torneos de la LPGA en México, los cuales dejaron de celebrarse tras su retiro.

Una situación similar ocurrió con los eventos de atletismo que surgieron durante la época en que Ana Gabriela Guevara se mantenía como una corredora de élite.

Si bien contar con un atleta nacional en competencias internacionales celebradas en México genera una conexión especial con la afición, inspira a las nuevas generaciones y aporta valor al evento, cada vez son más los espectáculos deportivos que han alcanzado la madurez suficiente para no depender de un héroe local y aun así lograr llenos totales.

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