“LAS MUJERES SOMOS GUARDIANAS DE LAS TRADICIONES MEXICANAS”

Martha Mejía
Columnas
MUJERES GUARDIANAS DE LAS TRADICIONES

Nayeli Cortés Castillo, actriz y cantante, primer lugar en el Certamen Cultural de La Flor más bella del ejido 2002, actualmente protagonista de la puesta en escena La Llorona en Xochimilco, platica sobre la importancia que tienen las mujeres en la permanencia de las tradiciones mexicanas.

—¿Por qué es importante defender la identidad a través de las tradiciones?

—Somos consecuencia de nuestro pasado, de nuestras tradiciones, de nuestra familia y de todos los valores que nos han sido inculcados por ella. En este sentido, la única forma de conservar las tradiciones es participando en ellas. Por ejemplo, la tradición de Día de Muertos que involucra ofrendas, rezos, ir a pedir calaverita… En todo ello hay que participar, no solamente contarlas, sino ir con la familia, con los niños, enseñarles.

Como oriunda de Xochimilco, dice, “cuando era pequeña le pedía a mi mamá que me llevara a la feria, donde se hacía el certamen de la Flor más bella del ejido. Era el evento central. Siempre acudía porque me gustaba ver a las participantes. Hasta que a los 21 años me inscribí y resulté electa. La verdad fue muy bonito todo el proceso”.

Recuerda que aquel año, “como embajadora de nuestras tradiciones, tuve la oportunidad de resaltar el papel de la mujer mexicana, de la mujer xochimilca, ya que este certamen no es un concurso de belleza como tal, sino un evento que califica y revalora las características de nuestro pueblo: nuestra tez morena, nuestro cabello negro y sobre todo lo que las mujeres tengamos que decir”.

Espectáculo

—Regresas nuevamente como protagonista a La Llorona en Xochimilco. ¿En qué consiste este montaje, que este año celebra 30 años?

—Se trata de un espectáculo multidisciplinario, con música, teatro y danza que se realiza en el embarcadero de Cuemanco, en la isla de Tlilac, que significa “en la oscuridad”. Yo siempre digo que es el corazón de Xochimilco, porque efectivamente si lo ves desde un dron tiene forma de un corazón humano. Lo que se busca con este espectáculo es retomar la leyenda de La Llorona, pero lo bonito de este evento es que surge de la comunidad. Así llegamos a estos 30 años. La obra ya cobró importancia de índole internacional. Creo que la magia radica en que la mayoría de las personas de la producción somos oriundas de la zona, es decir, realmente estamos trabajando en nuestra casa, en nuestro bello lugar que nos vio nacer, que es Xochimilco. Lo hacemos con este objetivo de rescatar lo que es nuestro, de no inventarnos cosas, de mostrar de dónde venimos: nuestras raíces.

— ¿Por qué culturalmente es tan fuerte el personaje de La Llorona?

—Desafortunadamente hay muchas mujeres que lloran por sus hijos. Algunas no saben dónde están ni qué fue de ellos. Algunas madres siguen buscándolos y no pararán hasta encontrarlos. Creo que toda esta energía le da, de alguna forma, alma o vida a este ser para que siga entre nosotros. Se dice que La Llorona continúa deambulando por los cruces de caminos y en los grandes cuerpos de agua. Xochimilco tiene 186 kilómetros de canales navegables. Por eso aquí hay mucha gente que dice que la ha escuchado, mientras que algunos más afirman que la han visto.

Añade Cortés que “nuestra versión (que es una versión prehispánica del hecho) presenta a una mujer que no busca espantar, llevarte o matarte; es simplemente un espectro atormentado. Narra la historia de cómo ella ofrenda a su hijo (y no lo mata) a la diosa Cihuacóatl para que lo cuide a fin de que los españoles, que ya arrasaron con todo el pueblo, no se apoderen del niño; eso le da una connotación totalmente diferente a nuestra Llorona: como una madre amorosa, protectora, doliente, que cumple una promesa de seguir buscando a sus hijos perdidos”.

El espectáculo, por cierto, se presenta hasta el 17 de noviembre.