MORDAZA ELECTORAL

Sergio Sarmiento
Columnas
TRIBUNAL ELECTORAL

El Tribunal Electoral votó —por unanimidad de los cinco magistrados a los que hoy el gobierno permite estar en funciones— no prohibir las mañaneras durante la campaña. Los partidos de oposición habían pedido que se suspendieran estas conferencias de prensa, principal instrumento político del mandatario, en el periodo electoral.

La sentencia determina: “No puede considerarse que la sola celebración de las conferencias matutinas implique un riesgo inminente al proceso electoral que amerite el dictado de medidas cautelares en los términos que plantean los recurrentes”.

En múltiples ocasiones, sin embargo, el presidente López Obrador las ha utilizado para defender a los candidatos de su partido o atacar a los de la oposición, lo cual viola la ley electoral.

El Instituto Nacional Electoral (INE) ha pedido en 26 ocasiones a la Presidencia que modifique los videos y transcripciones de las conferencias para evitar que se mantenga en archivos alguna declaración violatoria de la ley. Pero el presidente sabe que una vez que se difunde el punto de vista que quiere expresar de nada sirve que se modifique el video de lo que dijo.

Aplaudo que el Tribunal Electoral haya decidido respetar la libertad de expresión. De hecho, me opuse de manera terminante a las modificaciones a la ley electoral que se hicieron en 2007 para violar esta libertad. No podemos olvidar, sin embargo, que fueron López Obrador y sus legisladores, encabezados en ese entonces en el Senado por Pablo Gómez, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, quienes exigieron la censura a los gobernantes en campañas electorales.

López Obrador se había quejado de dos declaraciones de Vicente Fox en la campaña de 2006, en una de las cuales este advirtió sobre los riesgos del populismo mientras que en la otra pidió a los electores no cambiar de caballo en medio del río. Nunca mencionó, sin embargo, a Andrés Manuel. Hoy este difunde declaraciones e información casi todos los días con las que defiende los logros de su gobierno y cuestiona a la oposición, a la cual descalifica siempre como corrupta, neoliberal y conservadora.

Responsabilidad

En 2007 sostuve que no se puede prohibir a los políticos hacer política. Es absolutamente natural que un gobierno defienda sus logros, cuestione a la oposición y apoye a sus candidatos. Esto se hace todo el tiempo en todos los países democráticos del mundo. La mordaza no ha sido nunca una buena acompañante de las campañas electorales. Lo que no me parece éticamente correcto es que las leyes electorales que exigió López Obrador cuando estaba en la oposición las viole desde el poder.

Debemos tener leyes justas y libertad de expresión siempre, no solamente cuando uno gobierna.

La magistrada Janine Otálora advirtió al presentar su posición en la sesión del tribunal del 24 de abril: “Si bien cualquier persona goza de libertad de expresión y las mañaneras no implican por sí mismas una cuestión ilegal, en el caso de los servidores públicos existe un deber especial de cuidado, y entre mayor sea el cargo, mayor será la responsabilidad y el deber de cuidado en el ejercicio de sus funciones”.

Estoy de acuerdo. Las mañaneras no violan automáticamente la ley, pero el presidente ha decidido quebrantar la legislación que él mismo impulsó en su momento.

Lo mejor que podríamos hacer en el periodo ordinario de sesiones después de esta elección es eliminar las limitaciones y mordazas que los políticos impusieron en 2007 a los funcionarios públicos en tiempos de campaña. Un país democrático no debe limitar la libertad de expresión de nadie.